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El Bayern de Múnich se encuentra en una encrucijada antes del esperado derbi bávaro contra el Augsburgo, que se disputará este viernes en la 28ª jornada de la Bundesliga. Con seis puntos de ventaja y una considerable diferencia de goles a favor, los hombres de Vincent Kompany tienen el título al alcance de la mano, pero una sombra oscura se cierne sobre su campaña: las lesiones.

El último contratiempo llegó con Hiroki Ito, quien sufrió una fractura en el pie durante la pasada jornada. Ito se une a una lista que ya incluye a nombres destacados como Alphonso Davies, Dayot Upamecano, Aleksander Pavlovic, Kingsley Coman y el arquero Manuel Neuer. Este cúmulo de ausencias ha dejado al Bayern con una defensa diezmada, lo que aumenta la presión sobre los jugadores restantes, como Kim Min-jae y Eric Dier, quienes tendrán que asumir un rol aún más crucial en el centro de la zaga.

El golpe más duro ha sido la baja definitiva de Ito, Davies y Upamecano, quienes no volverán a jugar en lo que resta de temporada. El Bayern, acostumbrado a tener una defensa sólida y fiable, se ve ahora obligado a adaptarse a un panorama incierto en la parte trasera, mientras que el resto del equipo mantiene la esperanza de seguir sumando puntos en la lucha por la Bundesliga.

El portugués Raphael Guerreiro, quien juega habitualmente como volante pero se ha visto reposicionado en la banda izquierda, también ha levantado sospechas sobre su participación debido a una molestia física que lo dejó fuera del entrenamiento del miércoles. Este nuevo contratiempo añade más incertidumbre a la alineación final para el crucial enfrentamiento contra el Augsburgo.

A pesar de la seguidilla de lesiones, el capitán del equipo, Harry Kane, se mostró optimista. “Tres de nuestros defensas se han lesionado en cinco días. Es algo difícil de digerir”, reconoció el delantero estrella, pero dejó claro que el equipo no se dejará vencer por la adversidad. “Llevamos viviendo con las lesiones toda la temporada y no nos vamos a parar ahora”, agregó con determinación.

El Augsburgo, por su parte, no atraviesa la misma pesadilla. El equipo dirigido por Enrico Maassen ocupa la octava posición de la clasificación y no pierde un partido desde mediados de enero, lo que refleja su sólido momento de forma. Para ellos, el derbi bávaro representa una oportunidad única de complicar aún más la campaña del Bayern.

En cuanto al Bayer Leverkusen, principal perseguidor del Bayern en la lucha por el título, las esperanzas del club de Xabi Alonso se ven ahora volcando completamente sobre la Bundesliga, tras una dolorosa eliminación en semifinales de la Copa de Alemania ante el Arminia Bielefeld, de la tercera división.

“En momentos así, hay que permanecer unidos. Eso es lo importante. Debemos entregarnos al máximo en la Bundesliga. Esa es nuestra competición ahora y nuestro objetivo. No será fácil, pero lo intentaremos”, afirmó el técnico español Xabi Alonso, consciente de que el derbi bávaro podría tener un impacto directo en las aspiraciones de su equipo.

Con una enfermería llena y una serie de desafíos por delante, el Bayern de Múnich se enfrenta a su prueba más dura en lo que resta de temporada. El derbi ante el Augsburgo podría ser decisivo para mantener el control en la Bundesliga o, por el contrario, complicar aún más el camino hacia un nuevo título nacional. Todo está por decidirse en este duelo que promete ser más que una batalla de fútbol; será también una lucha contra el tiempo y las lesiones.