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Cinco segundos, 4,9 para ser exacto, presión, ansiedad desbordada, un leve parpadeo, dos, solo eso, todo se resume a una cuestión de instinto básico, la cobardía o el ímpetu temerario de lo valientes, es así, no hay de otra, pero igual, ahí, en ese efímero instante, un sesgo autómata se impone y a sus 22 años, con una frialdad pasmosa, Tyler Herro hace ver esos momentos como algo normal.

A sangre fría, quedando allí en la cancha como un témpano, como la reencarnación de uno o de los dos protagonistas de la famosa novela de Truman Capote, a sangre fría, ayer, otra vez, como tantas veces, Tyler Herro volvió a decidir un partido para el Miami Heat con una canasta ganadora.

La acción

Fue en Oklahoma, juego empatado a 108, nervios disparados, ritmos trastocados, Erick Spoelstra mirando con sigilo desde la banca, Mike Daigneault también, fue ayer en Oklahoma cuando a 4,9 segundos del final, el tiempo corrió rápido hacia atrás, hasta aquel 3 de noviembre, Heat vs Kings, Herro mirando, Spoelstra, Butler, Sabonis, el tiempo volvió a correr, raudo, hacia adelante hasta llegar a este 14 de diciembre, cuando allí en Oklahoma, Tyler Herro, el sexto hombre que juega para Miami pero que todos quieren tener, decidió otro partido a favor de las huestes de Florida.

A sus 22 años, con sus 1,96 metros, Herro parece haber estado siempre en los tabloncillos de NBA, su fama le precedía, tal como lo cuenta USA Today; Herro tenía fama de ser un jugador de momentos clutch, desde sus años en la Universidad y uno lo ve, como este martes, como aquel día ante Sacramento, como tantas veces se vio en la pasada campaña y resulta impresionante. No estaba Butler y Herro debía asumir y mejor no lo pudo hacer.

El giro necesario…

Hay segundos que pueden definir una temporada, segundos como estos de Herro frente al Thunder, sacando la casta allí, con Shai Gilgeous- Alexander respirándole en la cara, segundos donde el Heat se acuerda de ser un equipo de élite, no ese elenco a ratos mediocre, como en este comienzo de temporada.

Herro logró la canasta ganadora y fue lo más grande, estuvieron sus 35 puntos  para de nada hubieran servido si fallaba, todos sabían que no pasaría pero igual, ese fue su momento otra vez y el Heat ganó, ganó 110-108 y con el éxito, un éxito sin Jimmy Butler, se ubicaron octavos en el Este y después de ganarle a los Pacers, ganar así, de ese modo, frente a un rival en extremo difícil, capaz de complicarle la vida a cualquiera y en el propio TD Garden frente a los Celtics, los Thunder refrendaron esto que hablamos, por ello, el éxito del Heat, este de ayer, puede valer tanto.

Después de ayer, la perspectiva es otra, se ven los tonos diferentes, cinco segundos bastaron para Tyler Herro, cinco segundos en los que el Heat de Miami renació.