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A sus 36 años, D.J. Augustin ha anunciado oficialmente su retiro del baloncesto profesional a través de un emotivo mensaje en Instagram. Con una trayectoria de 15 temporadas en la NBA, el armador compartió su agradecimiento por el deporte que le permitió vivir su sueño desde sus inicios en Nueva Orleans hasta su última aparición en la liga.

“Hoy anuncio oficialmente mi retirada del deporte que he amado durante tanto tiempo. El baloncesto ha sido más que un deporte; ha sido un viaje lleno de recuerdos inolvidables, amistades, lecciones y experiencias más allá de la cancha”, expresó Augustin. “Desde crecer en Nueva Orleans, con el sueño de llegar a la NBA, hasta completar una carrera de 15 temporadas, cumpliendo dicho sueño. Estoy agradecido por cada momento, bueno y malo; cada equipo, cada ciudad y cada aficionado que nos ha apoyado a mí y a mi familia a lo largo del camino”.

El jugador también mencionó los valores que el baloncesto le ha enseñado y que llevará consigo en esta nueva etapa de su vida: “Al entrar en el siguiente capítulo, llevo conmigo los valores que me ha enseñado el baloncesto: resistencia, trabajo duro y dedicación. Puede que me retire como jugador, pero siempre estaré vinculado a este deporte que todos amamos”.

Una carrera plagada de experiencias en diversos equipos

Augustin, quien fue seleccionado en la novena posición del Draft de 2008 tras dos notables temporadas en la Universidad de Texas, comenzó su carrera profesional con los Charlotte Bobcats, equipo en el que jugó sus primeras cuatro temporadas. A lo largo de su carrera, también defendió las camisetas de los Pacers, Raptors, Bulls, Pistons, Thunder, Nuggets, Magic, Bucks, Rockets y Lakers.

En total, Augustin disputó 976 partidos de temporada regular, 334 de ellos como titular, promediando 9,5 puntos, 1,8 rebotes, 3,5 asistencias y 23,4 minutos por encuentro. Este recorrido por múltiples franquicias le permitió compartir cancha con algunos de los más destacados jugadores de la liga y dejar una huella de profesionalismo y dedicación en cada equipo en el que estuvo.

La despedida de Augustin marca el fin de una era para un jugador que, aunque lejos de ser una superestrella, se consolidó como un efectivo armador que supo adaptarse a distintos roles y sistemas de juego, ganándose el respeto y la admiración de compañeros, entrenadores y fanáticos.