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Pocos recuerdan su efímero paso por los Clippers, aquel Draft de 2018, menos aún que Shai Gilgeous- Alexander había nacido en Toronto veinticuatro años atrás; bueno, eso era hasta los últimos días de octubre de este año, ahora, mes y medio después de haber arrancado la actual temporada de NBA, todos tienen que hablar de él.

En Oklahoma City y más allá, quizás desde aquella disertación en el Madison Square Garden, hay que hablar de Shai, como ya le nombran fanáticos y especialistas; Shai el chico prodigio de Mike Daigneault, el mismo que sin el foco mediático de otros bien puede ser All Star y hasta meterse en la pelea por el MVP de la Conferencia Oeste.

La hora de Shai

Y no debió ser, todo estaba preparado para que fuera el momento de Chet Holmgren, con Gilgeous- Alexander haciendo mancuerna con el “elegido”, pero por uno de esos giros algo bruscos del destino, Chet se lesionó y ahí empezó todo.

Al principio como en el génesis, todo fue caos, el equipo no encontraba el rumbo, hasta se habló de traspaso, pero no, de a poco, llegaron los buenos partidos, contra los Knicks, Wizards y en el TD Garden casi sorprenden a los Celtics, siempre con él, con Shai marcando la pauta, poniendo en aprietos al rival.

La clase

Anoche frente a los Timberwolves, el base que llegó al Thunder como parte de la operación que envió a Paul George a los Clippers, tal como lo reseñaron As y Marca en su momento; anoche otra vez Shai disertó.

Cuenta ESPN que tal vez en el resultado pudo influir la ausencia por segundo día consecutivo del Karl Anthony- Towns, también la temprana expulsión de Rudy Gobert, pero no, Alexander estaba pletórico y por sexto juego consecutivo rebasó los 30 puntos, 33 para ser exactos, siendo el referente de una contundente victoria 135-128.

Genera mucha ilusión, verlo jugar así, como si llevara toda la vida en el las duelas de la liga, con una calma pasmosa, leyendo a cabalidad los juegos y entonces resulta imposible no pensar en futuro inmediato, estableciendo la obligada analogía con aquella generación que hace diez años campeó por su respeto en el Oeste, aquella de Kevin Durant, James Harden y Russell Westbrook.

Tras su actuación, los números de Shai lo dicen todo, 31,1 puntos, 4,7 rebotes y 6,0 asistencias; cuatro años después de su irrupción en los tabloncillos de NBA, el canadiense está siendo un claro protagonista.