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El caso de DeMarcus Cousins es un recordatorio de lo rápido que las carreras en la NBA pueden cambiar. El pívot, que en su momento fue uno de los jugadores más dominantes de la liga, vio cómo sus sueños de grandeza se desmoronaron en 2018 tras sufrir una rotura del tendón de Aquiles. Desde entonces, ha sido una lucha cuesta arriba para recuperar su lugar en la élite del baloncesto, pero sin éxito.
Pese a sus intentos por volver a la NBA, pasando por equipos como Golden State Warriors, Houston Rockets, Los Angeles Clippers, Milwaukee Bucks y Denver Nuggets entre 2019 y 2021, nunca logró reencontrarse con su mejor versión ni con la confianza de los equipos. Cansado de una vida de contratos breves y constantes mudanzas, Cousins decidió buscar nuevas experiencias fuera de la NBA.
En los últimos dos años, el ex All-Star ha jugado en ligas internacionales como la de Puerto Rico y Taiwán, donde no solo ha disfrutado del juego, sino que ha alcanzado el éxito. Con los Taiwan Beer Leopards, Cousins se proclamó campeón y fue nombrado MVP, una muestra de que su talento sigue vivo en las canchas. Sin embargo, su enfoque ha cambiado, y la idea de regresar a la NBA ya no ocupa un lugar central en su mente.
“Ya no voy a intentar convencer a estos muchachos. Saben lo que aporto en la cancha. Está demostrado. Si realmente quisieran saber quién soy, se tomarían el tiempo de conocerme en lugar de escuchar lo que dicen otros. Si surge una oportunidad que tenga sentido, la consideraré, pero ya no quiero convencer a nadie”, afirmó Cousins en el podcast Club 520.
Actualmente, Cousins ha decidido continuar su carrera participando en el campeonato 3×3 con el equipo chino Wuxi WenLv, que competirá en los mundiales organizados por la FIBA. Este cambio de rumbo parece estar alineado con su deseo de seguir disfrutando del baloncesto, pero bajo sus propios términos, alejándose de la presión y las expectativas de la NBA.
Recordemos que Cousins fue una pieza clave en el equipo de Estados Unidos que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016, un testimonio de su talento y su legado en el baloncesto. Ahora, con un enfoque renovado en su carrera, Cousins sigue demostrando que, aunque su tiempo en la NBA parece haber terminado, su pasión por el juego sigue intacta.