El viaje a Filipinas se volvió una angustia. México claudicó en el Mall of Asia Arena con una sesión orgiástica de intentos efectivos de un quinteto egipcio históricamente asertivo. Se articularon la mejor noche de ‘Los Faraones’ y la peor de los ‘12 Guerreros’ en mucho tiempo. Acaso, en todos los tiempos. La segunda ronda ya estaba vedada, pero concluir el Mundial FIBA con récord positivo siempre luce. Más en año pre-olímpico. No será.
Egipto arrancó con una marcha más que México. Pese al estreno del pick & roll entre Stoll e Ibarra, Anas Mahmoud exigió más de la cuenta a Ibarra en los primeros mazazos bajo el aro. Acá nadie regala nada. Es un Mundial. Josh, herido de orgullo, se apuntó al duelo, y Stoll desatascó por fin su triple. Se sintió en la zona Paul, pero no Girón, extrañamente dubitativo desde las esquinas. Hoy no era. Paco Cruz (21+4) sacó los trucos de magia, pero la entrada a la zona pintada todavía carecía de peaje. Quintero lo notó. Ni con los bocinazos, México corrigió el problema; en estático y en transición, Amin, el point guard estelar del Al Ahly, hacía daño. Mucho daño. Egipto abrochó el primer cuarto con un surrealista 87% de efectividad (100% en disparos de dos). Ni Lituania. Vaya, ni la Eslovenia de Doncic.
El triple de Gardner confirmó los peores augurios. México incluso había dejado de fluir en ataque, su principal baza. La segunda unidad también se estaba dejando puntos en el aro. La quinta entrega, cortesía de Gael Bonilla, encendió todas las sirenas de alarma. El cónclave sólo causó otra pérdida y fue entonces cuando los ‘12 Guerreros’ entraron en depresión. Cuatro minutos y medio sin un sólo punto. Ni. Uno. Sólo. La trágica maraña se conjugó con el grotesco y casi caricaturezco porcentaje de acierto egipcio: cualquier pelota que volara en el Mall of Asia Arena caía en las redes mexicanas. Jordan en Space Jam, pues. Aquel aro tenía magnetismo. O algo, pero no era normal. Paco Cruz deshizo el nudo desde la línea de castigo, pero ya era demasiado tarde. La racha había sido lapidaria (16-0). Los pupilos de Quintero cavaron para salir del pozo y se hundieron más. Al medio tiempo, Egipto doblaba a México en efectividad total (77-40), triples (58-27), rebotes defensivos (18-6) y puntos en la pintura (16-3). Para no ahondar más.
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