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LeBron James ha sido indiscutiblemente uno de los jugadores más mediáticos de la historia de la NBA, y, para bien o para mal, parece que sus hijos heredarán este componente. Bronny, a un año de su entrada en la liga, es uno de los jóvenes más seguidos de su generación, mientras que Bryce ha generado mucha atención tras su reciente movimiento. El segundo hijo del alero ha decidido cambiar de instituto para jugar en el equipo de Notre Dame, tal y como ha sido confirmado por la propia institución académica en las últimas horas.
Así como su padre y su hermano mayor, Bryce parece tener la intención de dar el salto a la NBA, y todo apunta a que por ahora va por buen camino para lograrlo. Al margen del enorme peso que tiene el nombre de LeBron James sobre su figura, el adolescente ha demostrado condiciones físicas y deportivas para poder llegar a jugar al más alto nivel, y su carrera es seguida con interés. De hecho, pese a que no podrá llegar a la universidad hasta 2025, ya cuenta con ofertas de programas como el de Duquesne o USC, aunque todavía es por supuesto muy pronto para comprometerse con cualquiera de ellos.
James jugó sus dos primeras temporadas en la escuela secundaria en Sierra Canyon, donde su hermano mayor, Bronny, se vistió antes de graduarse e inscribirse en la USC. Luego se transfirió de la escuela Sierra Canyon a Campbell Hall en mayo y jugó con su nuevo equipo este verano. Sin embargo, James ahora se dirige a Notre Dame.
A sus 16 años recién cumplidos, Bryce es ya más alto que su hermano Bronny con una altura estimada de alrededor de 1,96 metros, y se espera que a medida que siga creciendo desarrolle un físico para poder jugar como alero. Los análisis hablan bien de su velocidad y explosividad, así como de su capacidad para anotar desde cualquier posición y de su habilidad con el balón, convirtiéndole en uno de los proyectos jóvenes a seguir incluso si tuviese un apellido diferente.
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