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Muchos quizá no se iban a imaginar que a estas fechas de la temporada regular de la NBA, dos equipos que se consideraban animadores como los Phoenix Suns y Los Ángeles Clippers se encontrarían en posiciones algo comprometidas en la conferencia del oeste.
Por un lado, un equipo que jugó las finales de la liga en el 2021, pero que se viera envuelto en tremendo escándalo por la suspensión y salida de su antiguo propietario Robert Sarver, aunque con todo y eso, tuvieron un buen arranque en esta edición, liderados nuevamente por su figura Devin Booker.
Pero en lo que ha sido el fin de año pasado y el inicio del nuevo, las cosas no le han salido y de paso con los problemas físicos que recientemente ha venido acarreando el propio Booker, ha dejado como saldo un pésimo registro de 4-14 en sus últimos 18 juegos, el peor de toda la liga, de paso con 6 derrotas consecutivas.
Al día de hoy con un registro de 20-21, ocupando las últimas posiciones de la zona de clasificación, junto con los Timberwolves, Trail Blazers y Jazz, aún con margen de tiempo para recuperarse, pero de momento siendo la decepción de la liga.
Clippers en llamas
Y otro que se ha quedado relegado son los Clippers, que pareciera que ni el regreso de su principal figura como Kawhi Leonard ha sido suficiente, ni tampoco el protagonismo que ha asumido Paul George en buena parte de los partidos, pues los resultados no están llegando.
Los dirigidos por Tyrone Lue hasta no hace mucho tiempo se ubicaban dentro de los cuatro mejores del oeste, incluso sabiendo lidiar con los aún existentes problemas físicos de Leonard, solo que les ha costado manejar algunos partidos en los cuales han tenido la ventaja en el marcador.
Ahora, al igual que los Suns, ostentan una seguidilla macabra de seis derrotas en fila, de ellos destacando par de duelos que prácticamente cedieron en los minutos finales, ante los Pacers (131-130) y el más reciente ante los Atlanta Hawks (112-108), y su registro global se ha nivelado en 21-21 ahora en la séptima posición, algo que parecía impensable.
Si bien ha habido mucha paridad en esta edición de la NBA, en donde en menos de una semana las posiciones pueden cambiar drásticamente, estos equipos no se pueden dar el lujo de seguir bajo estas condiciones, más estando en una conferencia que a lo largo de la historia suele ser competitiva de principio a fin.