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Tras los pasos de “El rey”, pudiera ser y lo fue de hecho y muchos pudieran pensar en una saga literaria o cinematográfica pero no, es el serbio Nikola Jokic haciendo historia en cada jornada, cuando sale y pisa las duelas de NBA.

Nadie lo duda, si los Nuggets de Denver hoy, mientras escribo, son terceros en la Conferencia Oeste de la NBA con forja de 16-10, es en total medida debido al impacto del refulgente MVP, quien sin hacer mucho ruido como siempre, va hilvanando otra campaña memorable en el mejor baloncesto del mundo.

Imparable

En todo Colorado, en Denver y más allá incluso, se habla de “el imparable” Jokic y es un hecho de que el europeo parece no tener frenos en los tabloncillos de la liga y en su última presentación ante los Jazz de Utah, dio otra clase de encomiable maestría.

Frente a su público, Jokic le aguó la fiesta a los chicos de Will Hardy, que llegaban dispuestos a poner fin a una mala racha que los ha hecho perder 8 juegos de los últimos 11, tal como como lo cuenta Marca.

Números y más

El ritmo de Nikola fue tal que, con su desempeño, 31 puntos, 14 asistencias y 12 rebotes, no solo guió a los Nuggets al triunfo 115-110 ante los Jazz, sino que emuló una actuación que no se veía desde 2010, cuando nada menos que LeBron James, vistiendo entonces la franela de los Cavaliers, registró 43 cartones, 13 rebotes, 15 asistencias y 4 tapones.

Refiere ESPN que fue el triple doble número 80 en la carrera de Jokic, quien de igual modo contó con el apoyo de 30 puntos sumados por Jamal Murray.

Tras su labor ante Utah, el nacido en Sombor, Serbia, compila de manera general, 23,8 puntos por partido, con 10,1 rebotes y 9,1 asistencias, refrendando con creces su condición de sempiterno candidato al Jugador Más Valioso, trofeo que ha ganado de modo indiscutible en las dos últimas temporadas.