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Klay Thompson ha vivido una montaña rusa de emociones durante los últimos años. Su traspaso a los Dallas Mavericks marcó un nuevo capítulo en su ilustre carrera, pero también abrió una serie de interrogantes entre los expertos y aficionados: ¿Puede Thompson seguir rindiendo al máximo nivel? ¿Es capaz de mantener su impacto defensivo tras las lesiones? El escolta no tardó en responder, y lo hizo con contundencia en su debut de pretemporada contra los Utah Jazz.

Aunque los Mavericks perdieron el encuentro 107-102, Thompson envió un mensaje claro a todos los que dudan de su capacidad, especialmente en el aspecto defensivo. Durante los últimos años, su capacidad para defender a los jugadores más explosivos de la liga ha sido objeto de debate. Sin embargo, Thompson no sólo confía en su talento, sino que está decidido a recuperar ese reconocimiento como un defensor élite. “Quiero quitar esa noción de que ya no soy el mismo defensor de antes”, afirmó tras el partido. “Sigo creyendo que puedo defender a los mejores jugadores de esta liga, y estoy emocionado por demostrarlo”.

El valor del contexto: Luka y Kyrie alivian la carga ofensiva

La llegada de Thompson a Dallas viene acompañada de una situación favorable. Contar con superestrellas como Luka Doncic y Kyrie Irving le permite enfocarse menos en la ofensiva y más en recuperar su estilo defensivo. “Es realmente agradable cuando tienes grandes jugadores ofensivos como Luka y Kai”, comentó Thompson. “No siento que tenga que cargar tanto en ese lado de la cancha. Puedo volver a defender como lo hacía antes”.

Esto, sin duda, es un respiro para Thompson, quien ha enfrentado dificultades físicas desde su lesión en el tendón de Aquiles y su ruptura del ligamento cruzado anterior. Aun así, ha dejado claro que su mentalidad competitiva sigue intacta. “Tomo mucho orgullo en defender. Estoy emocionado por hacer lo que sea necesario para ayudar a este equipo”, aseguró.

Una primera prueba superada, pero aún queda mucho camino por recorrer

Thompson terminó su debut con 10 puntos, tres asistencias y un 60% de acierto desde la línea de tres puntos en solo 18 minutos de juego. Aunque las estadísticas pueden parecer modestas, la eficiencia con la que ejecutó su rol dentro del esquema de Jason Kidd es lo que más destaca. El sistema de “pick-and-pop”, en el que Thompson establece pantallas y luego se posiciona detrás de la línea de tres puntos, fue una constante en su actuación, una estrategia que ha sido una parte esencial de su juego a lo largo de su carrera.

El entrenador Jason Kidd elogió su desempeño, señalando que su movimiento sin balón fue especialmente positivo. “Creo que fue realmente bueno para un primer partido. Su movimiento fue positivo”, dijo Kidd. “Los chicos aún se están acostumbrando a jugar con Klay, pero entendemos que eso es algo que ha hecho toda su carrera”.

Sin embargo, el debut no estuvo exento de desafíos emocionales para Thompson. Reconoció que sintió nervios, comparando la ansiedad previa al partido con la que experimentó en las Finales de la NBA de 2015. “Estuve nervioso durante cuatro días”, confesó. “No había estado tan nervioso desde el Juego 1 de las Finales en 2015”.

¿Qué podemos esperar de Thompson esta temporada?

El reto para Thompson será mantener su salud y consistencia a lo largo de la temporada, especialmente a medida que se ajuste al sistema de los Mavericks. Su rol en el equipo puede evolucionar, pero lo que está claro es que su experiencia y habilidad serán fundamentales para las aspiraciones de Dallas en la competitiva Conferencia Oeste. Su capacidad para desempeñar un papel defensivo crucial, combinado con su letal puntería desde la línea de tres, lo convierten en una pieza clave para un equipo que aspira a competir por el campeonato.

A medida que avanza la pretemporada, Thompson tiene la oportunidad de silenciar a sus críticos y demostrar que, a pesar de las dudas y lesiones, sigue siendo uno de los jugadores más completos y peligrosos de la NBA. Los Mavericks, liderados por Doncic, Irving y Thompson, buscarán capitalizar esta nueva dinámica, con la esperanza de que la combinación de experiencia y juventud los lleve lejos en la campaña 2024-25.

En definitiva, el mensaje de Klay Thompson es claro: su historia aún no ha terminado. Y si de algo estamos seguros, es que el escolta no se quedará callado mientras busca demostrar que sigue siendo uno de los mejores de la liga.

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