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La temporada de los Philadelphia 76ers ha estado marcada por la incertidumbre y las lesiones, con Joel Embiid como principal protagonista de un drama que amenaza con cambiar el destino de la franquicia. El pívot camerunés, que ha sido la piedra angular del equipo en los últimos años, enfrenta una dura realidad: su rodilla izquierda sigue siendo una fuente constante de problemas y su nivel de juego ha bajado drásticamente.
Un regreso agridulce tras el All-Star
En el primer partido de los 76ers después del receso del All-Star, Embiid, Tyrese Maxey y Paul George lograron completar el encuentro sin nuevas lesiones, un pequeño respiro en una temporada llena de contratiempos. Sin embargo, la alegría fue efímera, ya que el equipo cayó 124-104 ante los Boston Celtics y Embiid tuvo una actuación discreta con 15 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes en 27 minutos de juego.
El propio Embiid reconoció que no está en su mejor forma y que su rendimiento actual no se compara con el que mostró en su temporada de MVP.
“La forma en la que jugaba hace un año no es la misma en la que juego ahora”, admitió el pívot. “Es frustrante, pero creo que solo necesito solucionar el problema y volveré a ese nivel. Pero es difícil confiar en tu cuerpo cuando no eres tú mismo”.
Impacto en el juego de Embiid y en los 76ers
Las molestias en la rodilla han afectado cada aspecto del juego de Embiid. Su presencia defensiva sigue siendo notable, pero su falta de explosividad ha mermado su capacidad para dominar en la pintura. En el costado ofensivo, la situación es aún más crítica. Aunque sigue siendo un pasador talentoso y un tirador eficiente, su dificultad para atacar desde el drible o establecerse en el poste ha hecho que su producción disminuya considerablemente.
Los 76ers, que en temporadas anteriores se mantenían como contendientes al título con alrededor de 50 victorias, han caído en picada este año. Actualmente tienen un récord de 20-35 y se encuentran fuera incluso de la zona de play-in, dejando en evidencia la dependencia del equipo en la salud de Embiid.
¿Una solución a la vista?
Aunque no se ha hablado oficialmente de una nueva cirugía, la situación de Embiid requiere una solución urgente. Si su rodilla no mejora y debe aprender a jugar con esta limitación, necesitará tiempo para ajustar su estilo de juego y recuperar la confianza en su físico. Mientras tanto, los 76ers se debaten entre esperar su recuperación o replantear el futuro del equipo.
El panorama no es alentador. Si bien el play-in mantiene vivas sus esperanzas de postemporada, la realidad es que, de lograr un boleto, probablemente se enfrenten a los Celtics o a otro gigante del Este en la primera ronda, una batalla cuesta arriba si Embiid no recupera su mejor versión.
“Voy a llegar allí”, afirmó Embiid con determinación, refiriéndose a su deseo de volver a ser el jugador dominante que fue. Sin embargo, la gran pregunta es si su cuerpo le permitirá lograrlo o si su tiempo como la cara de la franquicia de Philadelphia está llegando a su fin.