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Mucho se le había señalado a alguien como LeBron James que al ser tomado por los Cleveland Cavaliers en la primera escogencia del Draft del 2003, tenía que revolucionar a este deporte y convertirse en el nuevo sucesor de Michael Jordan; una tarea no muy sencilla.
Fueron 7 temporadas en el equipo de su ciudad natal, y de ellas en las últimas 5 logró poner a este equipo en postemporada nuevamente, pero siempre quedándose cortos en semifinales de conferencia, a excepción del año 2007 en el que accedieron a las finales de liga, pero siendo barridos por los San Antonio Spurs, quienes dominaban en esa época.
Entonces “Bron” tomó una decisión que aún al día de hoy se le sigue cuestionando; y es que siendo el jugador franquicia de Cleveland, emprendió rumbo hacia Miami y juntarse con el ya referente Dwayne Wade y en un equipo que ya se encontraba más que consolidado.
La crítica en ese momento iba más dirigida a tener que abandonar a un equipo que le faltaba muy poco para dar el gran golpe; pero al parecer esos 7 intentos le generaron un nivel de frustración muy alto y sus ganas de tener su anillo de campeón propició que al ser Agente Libre se optará por conformar aquel “Big Three” junto a Wade y Chris Bosh.
Y lo que son las cosas, en su primera temporada en Florida, el Heat jugó las finales con un equipo que ya habían vencido en el 2006, Dallas Mavericks; pero esta vez el combo de Dirk Nowitzki tomó revancha y LeBron nuevamente se quedaba sin anillo.
Acá es donde comenzó a generarse ese debate que aún prevalece sobre si él o Jordan ha sido el mejor jugador de la NBA; entre otras cosas al no tener el mismo acierto en el “clutch” que si tuvo en su momento “Su Majestad” con los Chicago Bulls.
Sin embargo, su año de destape fue el 2012, cuando finalmente obtiene su primer título en su terceras finales en lo que llevaba de carrera, cuando el Heat se impusiera 4-1 al Oklahoma City Thunder, conformado en ese momento por Kevin Durant y Russell Westbrook.
Un 21 de junio de ese año fue un día que LeBron James y su entorno no podrán olvidar nunca; seguramente es el título más significativo de los 4 que posee actualmente el “Rey”, porque allí fue cuando les pudo tapar la boca a sus detractores, aunque hayan tenido que pasar 10 temporadas desde su estreno.
Al año siguiente repitieron, esta vez ante San Antonio, para luego recibir la misma dosis de parte de los de Gregg Popovich; es decir, James encabezó junto a sus compañeros la mejor era del Miami Heat en su corta historia, y es algo que pudo emular en su segunda incursión con Cleveland cuando se midieron en 4 ocasiones seguidas ante Golden State; se puede terminar acá con el popular dicho que dice: “tarde, pero seguro”.