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Mikal Bridges ha recorrido un largo camino desde su difícil temporada de novato con los Phoenix Suns, un capítulo que él mismo describe como el punto más bajo de su carrera en la NBA. Ahora, como nuevo ala-pívot de los New York Knicks, Bridges no solo busca redimirse, sino también contribuir significativamente al ambicioso proyecto de los Knicks en la Conferencia Este.

En una reciente aparición en el podcast “The Roommates Show”, conducido por sus excompañeros de Villanova, Jalen Brunson y Josh Hart, Bridges compartió sus recuerdos de aquel año inaugural. “Diré que mi año de novato fue difícil, gané 19 partidos”, confesó. Su comentario no pasó desapercibido, provocando una respuesta divertida de Hart, quien recordó las bajas expectativas de aquel equipo. “Estaban allí simplemente para divertirse. No tenían ninguna aspiración. Simplemente estaban allí bailando y pasándoselo en grande”, bromeó.

Los Desafíos del Año de Novato

Bridges fue seleccionado en el décimo lugar del Draft de 2018 por los Philadelphia 76ers, pero fue traspasado a los Suns en un movimiento que marcó su carrera. A pesar de las dificultades, se convirtió en el único jugador del equipo que participó en los 82 partidos de esa temporada. Esto no solo habla de su resistencia, sino también de su compromiso con el equipo en un momento en que las victorias eran escasas.

Ese primer año estuvo marcado por la lucha, no solo en términos de resultados, sino también en la construcción de una identidad como jugador y como equipo. La cultura de una franquicia puede influir enormemente en el desarrollo de un jugador, y el ambiente en Phoenix durante esos días era, según Bridges, poco propicio para cultivar una mentalidad ganadora.

Un Nuevo Comienzo en Nueva York

Tras cuatro temporadas y media con los Suns, Bridges fue traspasado a los Brooklyn Nets, donde pudo demostrar su valía como un jugador clave. Su movimiento a los Knicks este verano representa una oportunidad dorada para dejar atrás el pasado y enfocarse en un futuro prometedor. Los Knicks, que terminaron la última temporada con el segundo mejor récord en el Este, tienen aspiraciones de contender, y la llegada de Bridges añade una pieza valiosa a su rompecabezas.

Con la presión de ser parte de un equipo con mayores expectativas, Bridges debe encontrar un equilibrio entre ser un jugador clave y adaptarse a un sistema que ya tiene figuras establecidas como Brunson y Julius Randle. Sin embargo, su experiencia y mentalidad resiliente lo convierten en un activo esencial para los Knicks.

Lecciones del Pasado

Reflexionar sobre su año de novato no solo permite a Bridges aprender de sus errores, sino también apreciar el crecimiento personal y profesional que ha experimentado desde entonces. La capacidad de superar obstáculos es fundamental en la vida de cualquier atleta, y la historia de Bridges es un recordatorio de que el camino hacia el éxito no siempre es lineal.

Bridges ahora tiene la oportunidad de ser un modelo a seguir para otros jugadores jóvenes que enfrentan adversidades. Su viaje demuestra que con trabajo duro y perseverancia, es posible transformar un punto bajo en un trampolín hacia el éxito.

La Temporada que Viene

A medida que se acerca la nueva temporada, todos los ojos estarán puestos en cómo Mikal Bridges se adapta a su nuevo entorno en los Knicks. La presión de cumplir con las altas expectativas es innegable, pero con su historia de superación y su compromiso con el juego, hay razones para creer que puede contribuir a llevar a Nueva York a nuevas alturas.

El tiempo dirá si Bridges podrá dejar atrás sus recuerdos de la temporada de novato y, en cambio, convertirse en una pieza clave en la búsqueda de los Knicks por un campeonato. En la NBA, cada jugador tiene una historia, y la de Bridges, marcada por altibajos, continúa escribiéndose en el escenario más grande del baloncesto.