La Selección Mexicana de basquetbol arrancó su participación en el Mundial con una derrota contra Montenegro por 71-91, en Manila.

Pese a los 16 puntos de Pako Cruz, las 27 anotaciones de Nikola Vucevic, pívot de los Chicago Bulls, fueron demasiado para los mexicanos.El partido entre la Selección Mexicana y Montenegro fue igualado por unos momentos, pero se decantó justo antes del descanso, al que los europeos se fueron con ventaja de nueve puntos.

La selección mexicana de basquetbol fue testigo de la calidad de estrella de Nikola Vucevic, el pívot de Chicago Bull, que aportó un doble-doble.

Vucevic participó 30 minutos, para ser el jugador de su selección que más tiempo estuvo en la cancha, a pesar que desde la segunda mitad del juego Montenegro abría la brecha en el marcador ante México. Se fue con marca perfecta en tiros de tres puntos (3/3) y tuvo una efectividad del 73% en tiros (11/15).

En el último periodo, la Selección Mexicana anotó sólo 13 puntos y un parcial en contra de 11-0 en los minutos finales. México sufrió con la altura de los jugadores de Montenegro y el estilo de juego europeo de tiros de larga distancia y segundas jugadas, apenas encestó siete de los 26 tiros acertados de larga distancia y abajo del poste se encontró con la superioridad física de los montenegrinos.

Faltó apoyo de la banca mexicana. Jorge Gutiérrez (4), Gael Bonilla (2) e Israel Gutiérrez (6) poco aportaron a la ofensiva de México y darle soporte al equipo cuando los titulares tuvieron minutos de descanso.

Francisco Cruz aportó 16 puntos y Joshua Ibarra 13 unidades, con lo que lideraron dicha estadística en el equipo mexicano, además de los 12 puntos de Fabián Jaimes, pero la selección no tuvo apoyo de la banca para recortar la distancia con Montenegro.

El equipo dirigido por Omar Quintero se enfrentará el domingo en la segunda jornada del Grupo D a Lituania, que entra en liza este viernes contra Egipto.

Montenegro aprovechó las segundas jugadas para marcar 14 puntos, mientras que los mexicanos no consiguieron puntos después de fallar y recuperar el balón cerca del tablero rival.