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Pudiera ser la modestia de Nikola Jokic o el silencio, o en consecuencia la parquedad y en su mirada algo gélida a veces, una mirada distante, medio indiferente en ocasiones, en esa mirada, Jokic, les habla a todos sin necesidad de gesticular siquiera, de solo mirar todos saben lo que quiere.

Unos lo compararon con Drazen Petrovic, otros con Vlade Divac, aquellas leyendas de los 90 que pusieron en el mapa al baloncesto de los Balcanes, pero hay hombres, como Jokic, que no tienen comparación, no necesitan hablar mucho, en su fuero interno poseen los matices necesarios para imponer su personalidad y el ídolo de Sombor, allá en Serbia, sabe bien como aprovechar esto; ha sido el MVP en las dos últimas temporadas de la NBA y no existe en este minuto una prueba más fehaciente que esta para refrendar la prominencia del balcánico en el baloncesto mundial.

Sin mucho ruido

Jokic no necesita tener los reflectores mediáticos encima, decir una frase polémica hoy, otra peor mañana o anotar 40 puntos y presumir a las gradas, a la prensa, a los rivales, que logró 40 como lo más normal del mundo. No, Nikola Jokic, como los grandes, los verdaderos, prefiere la acción, los hechos, desecha la teoría sutil por la practica cotidiana y en las duelas de la liga, vemos jornada tras jornada, una versión mejorada del europeo y al momento de escribir este texto, Jokic era elegido Jugador de la Semana…

Es así, como hablamos, pero anoche, Nikola se excedió, volteó la mirada y al voltear, en su mente pudo ver de cerca al mismísimo Wilt Chamberlain, había registrado una épica, otra más, lo había hecho de la misma manera que solo Chamberlain lo podía hacer; 40 puntos, 27 rebotes y 10 asistencias y en este diciembre, con más de 50 juegos por disputar, pocos dudan de que Jokic vuelva a ser MVP.

La nueva historia…

La gesta de Nikola, su obra de este 18 de diciembre solo se pudo comparar con lo hecho por el legendario Wilt unos 60 años atrás, en 1968 específicamente, tal como refiere Mundo Deportivo.

Los Nuggets ganaron 119-115 a los Hornets, siguen arriba, en óptima forma competitiva, marchan terceros en su Conferencia con marca de 18-11 y con Jokic siendo una de las caras del juego, no solo en el Oeste; reafirmando una y otra vez que ser MVP es una cuestión de clase y nada más.