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El nuevo convenio colectivo ha transformado la planificación de las franquicias en la NBA. Rob Pelinka, el director general de los Lakers, describió esta situación como una “terra incognita” al referirse a las restricciones que enfrentan equipos como el suyo, que buscan rodear mejor a sus estrellas LeBron James y Anthony Davis. Este nuevo paradigma ha sido bautizado como el mundo de los ‘aprons’.

Los Clippers mencionaron este término hasta tres veces al hablar de su frustrante relación de cinco años con Paul George, que culminó debido en gran parte a estas nuevas normas. La salida de Klay Thompson de los Warriors marcó un paso decisivo en la deconstrucción de la dinastía de la Bahía. Aunque los Warriors han sido una máquina de generar ingresos, estos cambios los obligan a reconsiderar sus estrategias, al igual que a los Clippers, cuyo propietario, Steve Ballmer, es uno de los hombres más ricos del mundo.

Desde 2020, los Warriors y los Clippers han gastado más de 950 millones de dólares en impuestos de lujo y multas. Aunque los Warriors lograron un título en 2022, los Clippers no han tenido tanta suerte. El elevado gasto de estos equipos, impulsado por sus propietarios millonarios, ha sido hasta ahora una estrategia viable, pero el nuevo convenio colectivo cambia las reglas del juego.

El límite salarial para la temporada 2024-25 será de 140,58 millones de dólares, con un impuesto de lujo fijado en 170,8 millones. Los ‘aprons’ se calculan a partir de ahí, estableciendo nuevos límites más allá del impuesto de lujo. El primer apron estará en 178,1 millones y el segundo en 188,9 millones. Las nuevas normas establecen multas más severas y restricciones significativas para los equipos que superen estos límites, afectando no solo sus finanzas, sino también su capacidad para hacer movimientos estratégicos en el mercado de jugadores.

Estas restricciones incluyen la imposibilidad de adquirir jugadores mediante sign-and-trade, la limitación en el uso de excepciones comerciales y la prohibición de firmar jugadores liberados cuyo salario inicial superaba los 12,8 millones de dólares. El segundo apron trae aún más restricciones, incluyendo la congelación de futuras selecciones de draft y la imposibilidad de combinar contratos para facilitar traspasos.

Impacto en la Competitividad y el Mercado de Jugadores

Estas nuevas reglas están diseñadas para equilibrar la competencia y limitar la acumulación de talento en pocos equipos. Sin embargo, también podrían tener efectos secundarios negativos, como la penalización de equipos que han construido plantillas exitosas a través del gasto, y podrían fomentar una mayor movilidad de jugadores y proyectos a corto plazo.

Los equipos están comenzando a adaptarse a este nuevo entorno. Los Knicks, por ejemplo, han llenado sus oficinas con expertos en límite salarial y convenios colectivos para mantenerse competitivos dentro de estas nuevas restricciones. Mientras tanto, LeBron James ha firmado una extensión con los Lakers que mantiene al equipo justo por debajo del segundo apron, permitiéndoles conservar cierta flexibilidad para futuros movimientos.

El nuevo convenio colectivo subirá las multas por superar el impuesto de lujo y establecerá penalizaciones adicionales para los equipos que excedan los límites de gasto en varias temporadas consecutivas. Esto podría igualar más a los equipos y frenar la formación de dinastías, pero también podría dificultar la retención de talento y castigar a la clase media de jugadores.

Los propietarios ahora tienen una excusa para no gastar excesivamente, y los equipos deben ser más cuidadosos en su planificación financiera. Los Clippers y los Warriors ya están operando de manera más conservadora, y se espera que otros equipos sigan su ejemplo.

La NBA está entrando en una nueva era, donde las reglas del juego están cambiando drásticamente. Los equipos deben adaptarse rápidamente para mantenerse competitivos en un panorama cada vez más complejo y regulado. La introducción de los ‘aprons’ marca una línea roja en la gestión financiera y estratégica de las franquicias, y su impacto se sentirá en los próximos años.