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Las trifulcas en pleno partido de baloncesto ha sido algo que la directiva de la NBA ha querido atacar desde hace mucho tiempo, sobre todo desde aquella aterradora noche denominada como “Malice at The Palace” de noviembre de 2004, protagonizada por los Indiana Pacers y Detroit Pistons.
Sin embargo, en estos últimos dos días no se ha podido evitar, siendo ahora el escenario del “Target Center” de Minnesota el centro de atención en la que se han visto involucrados hasta cinco jugadores, 3 de ellos del conjunto de los Timberwolves, quienes recibían al Orlando Magic.
Corría el tercer cuarto, con la victoria momentánea de 83-73 favorable al Magic, a falta de solo 1:32 minutos, el base Austin Rivers de Minnesota se encontraba en la línea lateral justo cerca del banquillo rival, en lo que se produjo un intercambio de palabras con Mo Bamba, que al parecer le dijo algunas cosas fuera de tono.
Entonces, en medio de todo eso, Bamba se ha levantado y han continuado el intercambio, pero ya esta vez no con palabras sino con puñetazos en pleno tabloncillo, en lo que debieron intervenir varios jugadores de los ‘Wolves’ y también efectivos de la seguridad.
Una vez calmada la tángana, la decisión que en el momento tomaron los jueces arbitrales es la inmediata expulsión tanto de Rivers como de Bamba, pero también fueron ejecutados Jalen Sluggs de Orlando, así como Jaden McDaniels y Taurean Prince de los locales, solo por haber invadido la cancha en plena pelea.
Luego del partido, que finalmente el Magic se terminara imponiendo 127-120, hubo algunas reacciones en conferencia de prensa del propio Rivers, hijo del coach Doc Rivers de los Sixers, manifestando su pesar por lo acontecido, ya que todo esto provocó en la expulsión de dos de sus compañeros, pero que no se arrepentía de haber reaccionado ante la forma en la que se le dirigió Bamba desde el banquillo.
”No voy a revelar lo que dijo pero no me gustó la forma en que me habló. No había ninguna razón, no lo conozco personalmente; yo no soy un tipo duro, pero tampoco voy a dejar que nadie me falte el respeto”. Palabras de Austin Rivers.
Incluso, en su propia cuenta de Instagram, Rivers le envió un mensaje directo a Bamba, en el que le indicaba que lo había encarado estando el sólo y a sus compañeros, pero que al no presentarse, le manifestó que era un simple cobarde.
“Colega, me enfrenté 1 contra 5. Sin ayuda. Tu necesitaste a tus compañeros, si no, te hubieras acobardado (…) solo se te conoce por una canción de rap, no por jugar. Cállate la puta boca, Orlando es mi ciudad”
Casualmente esto se ha producido un día después de la pelea entre Donovan Mitchell y Dillon Brooks, en el duelo entre los Cavaliers y Grizzlies, en el cual ya la NBA decidió suspender a Brooks por un partido, mientras que a Mitchell con una multa de $ 20.000. Se espera lógicamente cuáles serán las respectivas sanciones en este encuentro escenificado en Minnesota.
Pero sin dudas que una de las mayores preocupaciones en el seno del comisionado de la liga, es que se sigan propagando estos focos de violencia en los partidos, algo que muy bien se estaba controlando.
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