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Los Golden State Warriors han experimentado un resurgimiento con la llegada de Jimmy Butler. Desde su incorporación, el equipo ha conseguido un impresionante récord de 11-1, y su impacto ha sido especialmente notorio en la estrella del equipo, Stephen Curry. En la victoria 115-110 sobre los Detroit Pistons, Curry anotó 32 puntos, a pesar de no tener su mejor noche en términos de eficiencia, y logró superar la marca de los 25,000 puntos en su carrera, convirtiéndose en el jugador número 30 en la historia de la NBA en alcanzar esta cifra.

Sin embargo, más allá de su hazaña en la cancha, lo que captó la atención de muchos fue un gesto de Draymond Green, su inseparable compañero de batallas desde la temporada 2012-13. Green, con su característico liderazgo y picardía, se aseguró de quedarse con el balón del partido, lo que llevó a Curry a bromear sobre el tema en la rueda de prensa.

Draymond Green y su “colección” de recuerdos históricos

Este no es el primer balón de un hito histórico que Green asegura para un compañero. Según Curry, Draymond ya había hecho lo mismo con Kevin Durant en su etapa con los Warriors, lo que desató una broma entre los jugadores.

“Sí, él se va a quedar con el balón por mí. Escuché que también tiene algo del memorabilia de KD. Está coleccionando cosas para todos nosotros. Volveré a buscarlo eventualmente”, comentó Curry en tono jocoso tras el partido.

El comentario refleja la camaradería entre Curry y Green, quienes han vivido innumerables batallas juntos, incluyendo cuatro campeonatos de la NBA. Su relación, a menudo marcada por bromas y momentos de tensión, es parte fundamental de la cultura de los Warriors y ha sido clave para el éxito de la franquicia en la última década.

El impacto de Jimmy Butler y el nuevo impulso de Curry

Si bien el humor entre Curry y Green es una muestra del buen ambiente en el equipo, lo más relevante es el nivel de juego que está mostrando el base de los Warriors. Después de algunas dudas a principios de la temporada, el dos veces MVP ha encontrado un nuevo ritmo con la llegada de Butler.

En los partidos que ha jugado junto a Butler, Curry ha promediado 30.8 puntos, 4.2 rebotes y 5.8 asistencias, con porcentajes cercanos al codiciado 50/40/90 (50% en tiros de campo, 40% en triples y 90% en tiros libres). A sus 36 años, sigue demostrando que puede jugar a un nivel de élite y ser el motor ofensivo de un equipo que aspira a competir por el título.

El cambio en los Warriors es evidente. Butler ha aportado intensidad, defensa y liderazgo, lo que ha permitido que Curry se enfoque más en su juego sin tener que cargar con toda la responsabilidad del equipo. Su impacto ha sido inmediato y, si la tendencia continúa, Golden State podría convertirse en un rival muy peligroso en la postemporada.

¿Qué significa este momento para los Warriors?

El hecho de que Draymond Green se tomara la molestia de guardar el balón para Curry no es solo una anécdota divertida, sino un símbolo del respeto y reconocimiento dentro del equipo. Los Warriors han pasado por altibajos en los últimos años, pero su núcleo sigue intacto y su química sigue siendo una de las mejores en la NBA.

Con Curry en modo MVP, Green aportando su habitual intensidad, y Butler dándole al equipo una nueva dimensión competitiva, Golden State se perfila como un equipo que nadie querrá enfrentar en los playoffs. La racha de 11-1 con Butler en la alineación no es coincidencia, sino el reflejo de una maquinaria bien engrasada que está encontrando su mejor versión en el momento clave de la temporada.

A medida que avanza la campaña, los Warriors buscarán consolidar su posición y demostrar que aún tienen lo necesario para luchar por otro anillo. Y si eso sucede, Draymond Green seguramente tendrá más balones históricos que guardar en su colección.

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