Your browser doesn’t support HTML5 audio

Si hubo un pedido clamoroso por parte de los fanáticos de los Yankees de Nueva York durante la temporada 2023 de las Grandes Ligas (al igual que en el pasado) ese fue el del despido de Aaron Boone. Los seguidores de la novena más ganadora del béisbol no ven con buenos ojos el manejo de un mánager del cual todavía sienten que les debe un título de Serie Mundial, ese que les es esquivo desde el año 2009. Sin embargo, contra todo pronóstico las cosas apuntan en dirección contraria a este clamor popular.

Lo cierto es que a todas luces los indicadores dicen que Boone continuará al frente de los Mulos del Bronx al menos una campaña más. Las razones a priori no parecen abundar, pero lo cierto es que para la gerencia del club las hay y, de hecho, sobran. Por esa razón, hoy te reseñaremos algunos de los motivos por los que casi con total seguridad el cuadro de la Gran Manzana sostendrá en su cargo al que alguna vez fue su jugador.

5 razones por las que Aaron Boone continuará en los Yankees en el 2024

Cariño de los jugadores

Aunque esto a veces no tiene demasiado peso por sí solo, en un roster plagado de estrellas sí que lo tiene. No muchas veces un conjunto de las dimensiones de los Yankees encuentra a un jerarca que le caiga bien a todo el mundo y, aun así, Aaron Boone ha sabido ser ese tipo. Es el típico que se lleva bien con toda la gente, incluso más allá de los propios peloteros. Desde el staff médico hasta los gerentes, pasando por el cuerpo de trabajo y demás especialistas de la divisa, todos hablan maravillas del oriundo de California.

Respaldo del capitán

Este punto tiene que ver con el anterior y le da aún más poder. Ser respaldado por el sucesor de Derek Jeter en la capitanía tiene un gran impacto a todos los niveles y, queda claro que Aaron Judge está convencido de que no hay nadie mejor para ser el mánager de los Bombarderos que su tocayo. Es más, hace poco habló sobre la continuidad de Boone y no pudo ser más preciso con sus palabras: “Yo quiero un dirigente así, que pelee junto a nosotros y que dé todo de sí mismo, que tenga experiencia en el equipo como jugador… Entonces, ¿Quién más? ¿Qué otra persona podría ocupar su lugar?”, se preguntó El Juez ante los medios de comunicación.

Métricas y analíticas

Otro de los puntos clave para que Aaron Boone continúe como mandamás del cuadro a rayas es la buena adaptación que ha tenido al béisbol moderno. Mientras gente más experimentada como Joe Maddon y Buck Showalter admitieron sucumbir ante la cantidad ingente de números y estadísticas que se manejan hoy en día dentro de un dugout, el hombre de 50 años de edad parece haber comprendido perfectamente cuál es el rol de un mánager en esta era. Eso hace que los Yankees se lo piensen un par de veces antes de sustituirlo.

Registro positivo

Si bien es cierto que Boone no ha ganado una Serie Mundial y tampoco ha disputado ninguna, no debemos olvidar que, salvo esta temporada, siempre logró clasificar a sus muchachos a los playoffs, algo que le estaba constando a la franquicia antes de su llegada. Asimismo, este es apenas el primer año que baja de 90 triunfos en fase regular (sin tomar en cuenta la zafra acortada por el coronavirus) y, para más inri, igualmente acabó con registro positivo de 82-80.

Su récord vitalicio como conductor de los Yankees es de 509-361 en 807 compromisos, lo que le confiere una efectividad de .585 y lo coloca en el sexto lugar histórico del club entre los mánagers que han dirigido más de 500 compromisos, algo que sólo han logrado 10 conductores en los 120 años de existencia que tiene el equipo.

Química y motivación

El último de los aspectos de los que haremos mención es uno que no sólo se nota a leguas, sino que también manifiestan sus dirigidos. Aaron Boone sería una especie de segundo padre para los toleteros yankistas, alguien que siempre tiene una palabra de aliento y un buen consejo en situaciones personales que van más allá de los terrenos.

Algo de esto podemos ver en cómo reclama cuando toman una decisión injusta contra ellos los árbitros, lo que indica que existe un fuerte vínculo entre él y sus chicos que los convierte en prácticamente una enorme familia. Con 33 expulsiones, el expelotero está a sólo una de igualar a Joe Girardi como el timonel más botado de los Mulos del Bronx, algo que no es precisamente bueno, pero que deja en evidencia la forma en que se entrega a la hora de desempeñar su trabajo.