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Por años, los Yankees han sido vistos como la organización destinada a la grandeza, y en 2024, partían como favoritos para llevarse la Serie Mundial. Sin embargo, tras caer por tercera vez consecutiva ante los Dodgers, esa narrativa parece estar desmoronándose. Con el Juego 4 a la vuelta de la esquina, el equipo angelino está a un paso de su primer título desde 2020.
1. Freddie Freeman: el indiscutible candidato al MVP
Es casi imposible mencionar a otro jugador más merecedor del MVP que Freddie Freeman. El primera base ha sido el eje ofensivo en cada juego de esta serie. Con tres jonrones en los primeros tres partidos, Freeman ha igualado un récord histórico que comparte con Barry Bonds y Hank Bauer. Y eso no es todo: su promedio al bate es de .333 con un porcentaje de slugging de 1.250 y un total de siete impulsadas en la serie. Esta hazaña es aún más impresionante considerando que Freeman sigue jugando con un esguince severo en el tobillo derecho, una prueba de su temple y profesionalismo. Su rendimiento pone de relieve su estatus como uno de los jugadores más consistentes de la última década.
Freeman abrió el marcador en el primer inning con un jonrón de dos carreras ante Clarke Schmidt, del equipo neoyorquino. El batazo de 355 pies sobre la corta verja del jardín derecho del Yankee Stadium no solo desató la emoción en la afición visitante, sino que también estableció el tono para el resto del partido. Este liderazgo ofensivo tiene a los Yankees en una posición vulnerable, mientras Freeman continúa consolidando su lugar en la historia de la Serie Mundial.
2. El cuerpo de lanzadores de los Dodgers: imparable bajo el mando de Walker Buehler
Walker Buehler fue una interrogante al inicio de la postemporada, tras regresar de una cirugía Tommy John que le costó toda la temporada de 2023. Sin embargo, en el Juego 3 demostró que está en plena forma. En cinco entradas en blanco, Buehler permitió solo dos hits y otorgó dos bases por bolas, con cinco ponches que incluyeron una racha de cuatro consecutivos entre el segundo y el tercer inning.
Su efectividad en este juego se vio cuando enfrentó una situación de peligro en la cuarta entrada. Luego de que Giancarlo Stanton conectara un doble, Buehler dominó a Jazz Chisholm y, tras permitir un sencillo a Anthony Volpe, el coach de tercera base de los Yankees, Luis Rojas, tomó la arriesgada decisión de mandar a Stanton a home, siendo puesto out. Este episodio evidenció tanto la agresividad como la frustración de los Yankees.
Con este desempeño, Buehler se unió a un grupo de lanzadores de élite en la historia de la Serie Mundial, logrando múltiples aperturas sin carreras y con menos de tres hits permitidos en al menos cinco entradas. Tras su salida, el bullpen de los Dodgers selló la victoria permitiendo apenas dos carreras, ambas en un jonrón de Alex Verdugo en la novena entrada. Así, la combinación de Buehler y el bullpen ha convertido a la ofensiva de los Yankees en una sombra de lo que fue durante la temporada.
3. Yankees en crisis: la necesidad de cambios drásticos en el lineup
Es indiscutible que los Yankees están en serios problemas. Con la historia en su contra —ningún equipo ha remontado un 3-0 en una Serie Mundial—, cualquier ajuste parece insuficiente para revertir la situación. No obstante, el manager Aaron Boone debe tomar medidas extremas para intentar ganar al menos el Juego 4. Una de las mayores inquietudes es el desempeño de Aaron Judge, quien apenas tiene un hit en 12 turnos al bate en la serie, con siete ponches.
Los ajustes en el lineup del Juego 3, como la inclusión de José Treviño en lugar de Austin Wells y el movimiento de Volpe al sexto puesto, no lograron marcar una diferencia. Ahora, Boone podría considerar cambios más radicales, como mover a Judge fuera del tercer puesto. En esta postemporada, Judge ha tenido al menos un corredor en base en 10 de los 12 primeros innings que ha disputado, y en esos turnos ha acumulado un preocupante 0 de 10 con siete ponches. Una posibilidad sería trasladar a Judge al puesto de primero en el orden, buscando un cambio de enfoque que reactive su bateo.
Una serie que podría definir el rumbo de ambas franquicias
Para los Dodgers, el Juego 4 es una oportunidad de oro para asegurar un título que han perseguido durante los últimos cuatro años. La combinación de un bateo consistente encabezado por Freeman, junto con un cuerpo de lanzadores que ha neutralizado a los Yankees, los convierte en el equipo con todo a su favor.
Para los Yankees, este resultado es una llamada de atención. Ser considerados favoritos al inicio de la temporada no garantiza el éxito, y la falta de respuesta en momentos cruciales podría llevar a una revisión profunda de la estrategia y del roster en la próxima temporada.