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Eguy Rosario está viviendo un momento estelar en la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM). Con un rendimiento sobresaliente que lo ha catapultado como uno de los favoritos para el premio de Jugador Más Valioso (JMV), Rosario ha demostrado ser una pieza fundamental en la alineación de las Estrellas Orientales. Sin embargo, lejos de dejarse llevar por los rumores o la presión mediática, el jugador mantiene los pies en la tierra, priorizando siempre el bien colectivo por encima de los logros personales.

El enfoque en el equipo sobre los reconocimientos individuales

En una reciente entrevista, Rosario admitió haber escuchado los comentarios que lo posicionan como candidato al premio JMV, pero dejó claro que no es algo que ocupe su mente en este momento.

“Sí, muchas personas me lo han mencionado. También lo he visto en las redes sociales, pero son cosas que no dejo que lleguen a mi cabeza. No me quiero preocupar todavía, falta mucho béisbol, muchos juegos, y nadie sabe lo que puede pasar”, expresó con firmeza.

Estas palabras no solo reflejan su carácter humilde, sino también su enfoque en el trabajo diario y en contribuir al éxito de su equipo. Rosario no quiere que el ruido externo interfiera con su desempeño o el de sus compañeros.

El compromiso con las Estrellas Orientales

Rosario ha enfatizado que su prioridad es mantenerse enfocado en su responsabilidad como antesalista y líder ofensivo. “Hay que seguir demostrando lo que uno tiene, seguir jugando el mismo béisbol”, señaló. Esta declaración subraya su compromiso con un enfoque metódico y profesional, donde cada juego es una oportunidad para mejorar y aportar.

Las Estrellas Orientales, equipo con una rica tradición en LIDOM, dependen en gran medida del desempeño de figuras como Rosario. Su capacidad para conectar hits oportunos, liderar la defensa en la tercera base y contagiar de energía al dugout son elementos que lo convierten en un jugador invaluable.

Un premio que simboliza más que estadísticas

El título de Jugador Más Valioso en LIDOM no solo reconoce las estadísticas individuales, sino también el impacto de un jugador en la dinámica de su equipo. Rosario, con su liderazgo discreto y su habilidad para desempeñarse bajo presión, encarna todas estas cualidades.

Su éxito no ha pasado desapercibido para la afición y los analistas, quienes lo ven como un reflejo del talento emergente en el béisbol dominicano. No obstante, para Rosario, el camino hacia este reconocimiento no está definido por un objetivo personal, sino por el esfuerzo colectivo de su equipo.

La mentalidad del campeón: mirar al futuro con humildad

Rosario demuestra que el verdadero éxito no radica únicamente en los premios individuales, sino en la capacidad de mantenerse fiel a los principios y trabajar incansablemente por el bien común. En un deporte donde las luces del estrellato pueden desviar a los más talentosos, él elige el camino de la humildad, una decisión que lo posiciona no solo como un gran jugador, sino como un modelo a seguir.

Mientras LIDOM avanza hacia su etapa decisiva, Rosario seguirá enfocado en su misión: jugar buen béisbol, apoyar a su equipo y disfrutar del juego que lo ha llevado a este nivel de excelencia. Si el premio de Jugador Más Valioso llega, será una consecuencia natural de su trabajo, no su meta. Y eso, al final, es lo que lo hace realmente valioso.