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Lanzar un partido perfecto es una de las hazañas más raras en el béisbol de Grandes Ligas. Desde que Lee Richmond lanzó el primero en 1880 ha sucedido 22 veces más, es decir, 23 veces en la historia, indicando lo complicado que es lograrlo.

Pero, ¿qué tal si ponemos la situación más interesante para agregarle más dificultad a la hazaña?

Esto fue lo que sucedió hace 25 años, cuando un lanzador de los Yankees lo consiguió estando borracho.

El 17 de mayo de 1998, David Wells se convirtió en el 15to lanzador en tirar un juego perfecto en Grandes Ligas y el segundo lanzador de los Yankees en lograr la hazaña.

Aquella tarde, los Yankees de New York se enfrentaban a los Mellizos de Minnesota en el viejo Yankees Stadium y Wells haría historia ante 49,820 personas que presenciaron el partido desde las gradas.

Según reveló el mismo lanzador en una entrevista en 2001 para HBO, lanzó aquel partido en estado de embriaguez debido a una fiesta a la cual había asistido la noche anterior.

Wells asistió la noche anterior al partido a una fiesta del elenco de Saturday Night Live que terminó cerca de las 6 de la mañana. Luego durmió menos de dos horas y tuvo que asistir a los entrenamientos de preparación para su apertura pautada para las 1:30 de la tarde.

En su autobiografía, el lanzador confirma que aún seguía ebrio mientras calentaba en el montículo, estando tan borracho que en uno de los lanzamientos envió la pelota a las gradas. Acercándose la hora de iniciar el partido, los efectos de la resaca empezaban a dar problemas, pero se las arreglo para lanzar y retirar por la vía del ponche a 11 de los 27 bateadores de los mellizos.

Dicha historia fue corroborada por los comediantes Jimmy Fallon y Seth Myers en el programa Late Night with Seth Meyers.