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La eliminación de los Phillies en la Serie Divisional de la Liga Nacional a manos de los Mets deja una sensación de fracaso tras lo que parecía ser una campaña prometedora. Rob Thomson, el mánager de Filadelfia, reconoció la superioridad de Nueva York, pero ¿qué salió mal para un equipo que empezó la temporada con tanta fuerza?

La temporada 2024 de los Philadelphia Phillies, que comenzó con grandes expectativas, terminó abruptamente en la Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS) ante un rival divisional, los New York Mets. Los Mets, liderados por un grand slam de Francisco Lindor en la sexta entrada del cuarto juego, se impusieron 4-1, eliminando a los Phillies y avanzando a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS). Este desenlace doloroso para Filadelfia deja una serie de preguntas sobre lo que salió mal en una temporada que, en su primera mitad, los vio como el mejor equipo de las Grandes Ligas.

El Grand Slam de Lindor: El Punto de Quiebre

El momento clave del partido llegó en la sexta entrada, cuando Francisco Lindor, el veterano campocorto de los Mets, conectó un grand slam que puso a su equipo al frente de manera definitiva. Esa jugada no solo cambió el rumbo del juego, sino que también pareció simbolizar el colapso de los Phillies, un equipo que se mostró dominante durante la mayor parte de la temporada regular, pero que no pudo mantener ese nivel en la recta final.

Lindor, un jugador con 10 años de experiencia en las Grandes Ligas, se ha consolidado como una de las figuras más importantes de los Mets, y su contribución en este partido fue un recordatorio de por qué Nueva York fue capaz de remontar una temporada que en un momento parecía perdida. El swing de Lindor no solo eliminó a los Phillies de la contienda, sino que también destacó la resiliencia de un equipo que, tras una primera mitad irregular, se ha vuelto imparable desde el Juego de las Estrellas.

Las Palabras de Rob Thomson: ¿Suficiente para los Aficionados?

Tras la eliminación, el mánager de los Phillies, Rob Thomson, fue rápido en reconocer el mérito de los Mets. “Primero que nada, felicidades a los Mets. Tienen un gran equipo. Jugaron bien, nunca se rindieron. Su segunda mitad fue increíble. Menny hizo un gran trabajo y, de nuevo, ellos jugaron muy bien”, dijo Thomson en una entrevista con SNY. Sin embargo, sus palabras no fueron suficientes para calmar la frustración de los fanáticos de Filadelfia, quienes esperaban algo más que una eliminación en la NLDS, especialmente después de haber ganado la División Este de la Liga Nacional.

Thomson ha sido una figura respetada en el vestuario de los Phillies desde que asumió el mando, pero su enfoque en el espíritu de lucha del equipo y en su capacidad para recuperarse no convenció a una base de aficionados que quería ver a Filadelfia avanzando más allá de esta ronda. Las expectativas eran altas, y la eliminación a manos de un rival divisional solo agudizó la decepción.

El Viaje Milagroso de los Mets

Por otro lado, los Mets han sido la sorpresa de la temporada. Después de una primera mitad inconsistente, el equipo de Nueva York cambió radicalmente su rumbo tras el Juego de las Estrellas. Desde entonces, los Mets registraron un impresionante récord de 40-27, lo que los colocó como uno de los equipos más calientes del béisbol en la segunda mitad del año. A pesar de haber asegurado su lugar en los playoffs en una doble cartelera de desempate justo después de que terminó la temporada regular, los Mets eliminaron a los Cerveceros de Milwaukee en la ronda de comodines y luego sorprendieron a los Phillies.

El mánager de los Mets, Carlos Mendoza, también ha sido una figura clave en esta remontada. Con un mensaje simple pero efectivo, logró motivar a un equipo que parecía condenado a quedar fuera de la postemporada. Su enfoque en la conexión entre los jugadores y los aficionados —“quieren esto tanto como nosotros”— ha sido fundamental para mantener la moral alta en el vestuario de los Mets.

Los Phillies: Una Temporada de Dos Mitades

El colapso de los Phillies en la segunda mitad de la temporada es difícil de explicar, pero los números no mienten. Después de tener el mejor récord en las Grandes Ligas antes del Juego de las Estrellas y enviar a tres titulares al Juego de Estrellas por primera vez en más de 40 años, Filadelfia se desmoronó tras el descanso. Su récord de 33-33 en la segunda mitad de la temporada refleja una clara regresión en comparación con el equipo dominante que comenzaron siendo.

¿Qué causó esta caída? Varios factores parecen haber contribuido. Primero, la fatiga y las lesiones comenzaron a afectar a algunos de los jugadores clave de Filadelfia. Jugadores que fueron vitales en la primera mitad de la temporada no pudieron mantener el mismo nivel de producción. Además, el pitcheo, que había sido una fortaleza durante gran parte del año, comenzó a mostrar signos de desgaste.

El pitcheo, en particular, fue un problema en la NLDS. Zack Wheeler, quien había sido una de las estrellas del equipo, no pudo replicar su mejor forma en el Juego 4, y aunque estuvo disponible para lanzar en relevo, no fue suficiente para salvar a los Phillies. La falta de profundidad en el bullpen también se hizo evidente en los momentos más críticos.

¿Qué Sigue para los Phillies?

La eliminación de los Phillies deja muchas preguntas sobre el futuro de la franquicia. A pesar de haber ganado la División Este de la Liga Nacional y llegar a la NLDS por tercer año consecutivo, este equipo tenía el potencial de llegar más lejos. Las decisiones que tome la directiva en la temporada baja serán cruciales para determinar si Filadelfia puede volver a ser contendiente en 2025.

Una de las principales áreas que los Phillies deberán abordar es el bullpen. Si bien su rotación de abridores es sólida, la falta de confiabilidad en los relevistas ha sido un problema constante. Además, deberán evaluar el estado físico y la durabilidad de algunos de sus jugadores veteranos, quienes jugaron un papel importante en la primera mitad de la temporada, pero cuyo rendimiento decayó en la segunda mitad.

Una Oportunidad Desperdiciada

La eliminación de los Phillies a manos de los Mets en la NLDS marca el final de una temporada que prometía mucho más. Lo que comenzó como una campaña histórica para Filadelfia terminó en decepción, con los Mets, un rival divisional, asumiendo el papel de verdugo.

Rob Thomson puede haber sido diplomático en su reconocimiento a los Mets, pero lo cierto es que los Phillies desperdiciaron una oportunidad de oro para avanzar más en la postemporada. Ahora, el equipo y su afición deberán esperar para ver qué cambios se implementarán de cara a la próxima temporada. Mientras tanto, los Mets continuarán su “viaje milagroso” en la NLCS, dejando a Filadelfia con la amarga sensación de lo que pudo haber sido.

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