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Aunque el béisbol es un deporte bastante tradicional y dentro de todo, un tanto predecible, cada tanto ocurren cuestiones que son totalmente inesperadas en su desarrollo. Uno de esos eventos tuvo lugar hoy en el duelo de preparación entre los Phillies de Philadelphia y los Azulejos de Toronto que acabaron ganando los de Pensilvania por marcador de 5×2.

El cátcher del cuadro rojo y blanco, JT Realmuto, caracterizado por ser un hombre respetuoso y comedido dentro y fuera de los terrenos, fue víctima de una de las expulsiones más raras y descabelladas que se hayan visto sobre un diamante. Tanta fue la impotencia que causó el hecho que incluso su mánager, Rob Thomson, saltó en su defensa visiblemente molesto por la injusticia que habían cometido contra su muchacho.

Resulta que corría la cuarta entrada del cotejo y ganaban plácidamente el receptor y sus compañeros por pizarra de 4×0 cuando este, estando con los aperos puestos detrás del plato, recibía los envíos del lanzador Craig Kimbrel. En un momento, estiró el brazo de la mascota hacia atrás para recibir una nueva bola del umpire principal y en lo que parece ser una confusión, la retiró antes de que este le sirviera la misma.

Dicha situación desató la furia del árbitro quien ni corto ni perezoso botó del juego a un atónito Realmuto. Sí, así como se lee, sin mediar palabras ni ningún tipo de acción anormal presentándose concluyó que aquello era motivo de expulsión. Para que se entienda mejor, míralo con tus propios ojos:

¡Insólito lo ocurrido! Pero por el bien de todos fue en un duelo amistoso. ¿Se imaginan lo que pudo haber generado dicho error en un partido de la fase regular o de playoffs?