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Todo cambió en aquel entonces, fue allá por 2016, los Gigantes de Yomiuri se habían fijado en él y en Japón debía seguir carrera, pero no, solo tenía 22 años y sabía que poseía condiciones para probarse al primer nivel, allí donde juegan los “tipos duros” …

Era su sueño, como el de tantos otros y luego de disputar 32 partidos con la franela del elenco más emblemático de la pelota japonesa, decidió darle un giro radical a su existencia.

El perfil

Hoy todos conocen a José Adolis García, han escuchado de él, de su poder descomunal- el increíble Adolis- dicen, sin embargo, de ninguna manera las cosas se dieron como si de un cuento de fantasía se tratase.

Decidió escapar de Cuba en aquel año y luego de un largo peregrinar, ya para 2017, el criollo irrumpía en las filiales de los Cardenales de San Luis.

Atrás quedaban los recuerdos de la Serie Nacional de Cuba y aquella idea algo utópica de abrirse camino como pelotero profesional en Japón y en esa primera temporada en Ligas Menores, dejó claro que era cuestión de tiempo para que pisara la grama del Busch Stadium.

En un inicio fue así…

Vio acción en doble A y también en triple A y en 124 encuentros acabó recortando para 290/340/476, con 15 jonrones y 65 carreras impulsadas.

Retomó el guion por donde mismo lo había dejado y en 2018 llegó el debut en Las Mayores, luego de refrendar su mejor condición en triple A, (bateó 256 con 22 jonrones y 71 impulsadas en 112 partidos) y con el equipo grande San Luis logró disputar 21 cotejos, compilando apenas para 118.

En 2019 se mantuvo todo el tiempo en Memphis, sucursal triple A de los Cardenales, llegando a 32 jonrones y a 96 empujadas y quedando a las puertas de un llamado que nunca llegó.

La vuelta de tuerca

Durante aquel invierno estuvo en LIDOM, con los Gigantes del Cibao y tras regresar, fue cambiado a los Vigilantes de Texas en un movimiento abrupto que al día de hoy nadie entiende, pero que sin dudas le transformaría la vida para siempre a José Adolis.

Ya en Arlington, en esa zafra acortada por el Covid 19, solo pudo jugar en 3 encuentros, quedando la escena lista para el “verdadero comienzo” de esta increíble historia.

Casi por causalidad llegó al primer equipo en 2021, luego de una lesión de Ronald Guzmán y desde entonces, el antillano inscribiría su nombre en los anales del combinado de Texas y allí en el Globe Life Field, sería uno de los preferidos de la gente.

Números y algo más

En 149 choques, promedió para 243, con 31 cuadrangulares y 90 carreras impulsadas, sentando el precedente de lo que vendría.

Fue a por más en 2022 y en toda la línea reafirmó su clase tanto con el madero como a la defensa y en 156 juegos, dejó una línea de 250/300/456, con 27 bambinazos y 101 remolcadas.

La película

En este 2023, cuando los Vigilantes de Texas bajo la égida de Bruce Bochy intentan recuperar espacios y regresar a lo grande luego de aquellas memorables temporadas en 2010 y 2011 y al instante de escribir este texto, se afianzan en el liderato de la División Oeste de la Liga Americana con forja de 31-18; cuando esto sucede, José Adolis, aquel que en 2016 decidió arriesgar e intentó salir a cumplir su sueño, José Adolis está ahí, reescribiendo la historia y estampando con letras doradas su nombre en Las Mayores.

En 47 juegos, el cubano de 30 años muestra un average de 256 y con 14 jonrones y 49 impulsadas comanda el joven circuito en los referidos acápites y en este punto, nadie duda que allá por octubre pueda estar contendiendo por algún que otro premio, incluso el MVP.

El sueño se hizo realidad y esta es su película, simplemente es así…la película de José Adolis García.