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La carrera de Julio Urías en las Grandes Ligas continúa marcada por la controversia. El exlanzador de los Dodgers de Los Ángeles fue suspendido hasta el 17 de julio bajo la política de violencia doméstica de la MLB, tras un acuerdo con la Asociación de Jugadores. La sanción, anunciada este viernes, representa la segunda que enfrenta el zurdo mexicano en su carrera, luego de la suspensión de 20 juegos que recibió en 2019 por un caso similar.

Un historial que complica su futuro en el béisbol

Urías, de 28 años, no ha lanzado en las Grandes Ligas desde el 1 de septiembre de 2023. Dos días después, fue arrestado en el Estadio BMO de Los Ángeles tras un partido de la MLS en el que jugó Lionel Messi con el Inter Miami. Según los reportes, un testigo alertó a las autoridades sobre un altercado físico entre el lanzador y su esposa, lo que llevó a su detención y posterior imputación por violencia doméstica.

Inicialmente, Urías enfrentaba un cargo grave por lesiones corporales a su cónyuge o pareja, pero en mayo pasado decidió no refutar un cargo menor de agresión doméstica, lo que resultó en la desestimación de otras cuatro acusaciones. A pesar de evitar un proceso judicial prolongado, la MLB determinó que su conducta merecía una sanción prolongada, lo que pone en entredicho su futuro en la liga.

Impacto en su carrera y en la percepción pública

Urías, quien fue pieza clave en el campeonato de los Dodgers en 2020, se encuentra actualmente sin equipo y con pocas opciones de regresar a la MLB en el corto plazo. Su reincidencia en un caso de violencia doméstica no solo afecta su imagen, sino que también lo convierte en un jugador difícil de contratar para cualquier franquicia, en un contexto donde las ligas deportivas buscan mantener estándares estrictos en temas de conducta fuera del campo.

La política de violencia doméstica de la MLB ha sido aplicada con firmeza en casos recientes, con jugadores como Trevor Bauer enfrentando suspensiones prolongadas que han comprometido sus carreras. En el caso de Urías, aunque será reinstalado en julio, su reputación ha quedado seriamente dañada, lo que podría alejarlo de nuevas oportunidades en la liga.

¿Un regreso posible o el final de su carrera?

A pesar de su talento en el montículo, las circunstancias que rodean a Urías lo han dejado en una situación incierta. La falta de ofertas tras su salida de los Dodgers y su estatus de agente libre lo colocan en una posición complicada. Con su suspensión finalizando después del Juego de Estrellas, la gran incógnita es si algún equipo estará dispuesto a darle otra oportunidad o si este nuevo episodio marcará el final de su etapa en las Grandes Ligas.

El caso de Julio Urías no solo abre el debate sobre la reincidencia en casos de violencia doméstica en el deporte, sino también sobre el peso que las ligas profesionales deben otorgar a la conducta de sus jugadores fuera del terreno de juego. Mientras algunos defienden la posibilidad de una segunda oportunidad, otros consideran que la tolerancia debe ser mínima en casos de esta índole.

Lo cierto es que, más allá de lo que ocurra con su carrera, Urías se ha convertido en un ejemplo de cómo las decisiones fuera del diamante pueden definir el destino de un atleta, incluso por encima de su talento y logros dentro del juego.

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