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La temporada 2024 comenzó con un halo de pesimismo para los Mets de Nueva York, quienes se recuperaban de un año desastroso. Sin embargo, en un giro inesperado, el equipo ha encontrado su ritmo en la segunda mitad de la temporada, desatando una racha anotadora histórica que ha dejado a fanáticos y expertos sorprendidos. Tras una victoria por 10-6 sobre los Filis de Filadelfia, los Mets lograron un hito sin precedentes: anotaron 10 o más carreras en tres juegos consecutivos, algo nunca antes visto en la historia de la franquicia.
Un despertar ofensivo inesperado
Desde el receso del Juego de las Estrellas, los Mets han dado un giro dramático a su campaña. Con un récord de 36-22 en los últimos dos meses, se posicionan entre los equipos de mejor rendimiento en la MLB. Esta transformación no se debe únicamente a un solo jugador, sino a una contribución colectiva que ha revitalizado la ofensiva. En el partido contra los Filis, ocho de los nueve bateadores titulares lograron hits, mostrando un ataque equilibrado y constante que está rompiendo las expectativas.
Aunque algunos podrían minimizar esta racha debido a los equipos contra los que se han enfrentado, incluidos los Nacionales de Washington, lo cierto es que los Mets han demostrado su capacidad para desafiar a los rivales más fuertes. En su última victoria, aprovecharon las debilidades del abridor Taijuan Walker, quien, con una efectividad de 6.29, resultó ser un blanco fácil para la feroz ofensiva de Nueva York.
Un desafío a la vista
El camino por delante no será sencillo. Los Mets enfrentarán a tres de los mejores lanzadores de los Filis en los próximos días: Christopher Sánchez, Ranger Suárez y Zack Wheeler. Este será un verdadero examen para su ataque, y el desempeño en estos encuentros podría definir sus esperanzas de playoffs. La pregunta persiste: ¿podrán los Mets mantener su nivel frente a adversidades más fuertes?
Sin embargo, el optimismo abunda en el clubhouse. La dinámica del equipo ha cambiado, y los jugadores están conscientes de que han superado las expectativas. Brandon Nimmo ha admitido que el equipo está atento a los marcadores y sigue de cerca su lucha por el comodín, lo que demuestra un enfoque que mezcla la ambición con la autoconciencia.
Equilibrio entre bateo y pitcheo
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta racha es que el éxito de los Mets no se limita a su ofensiva. Su pitcheo también ha sido excepcional. En los 58 partidos jugados desde el receso, han permitido solo 200 carreras, promediando 3.44 carreras permitidas por juego, el segundo mejor registro en la MLB durante este período. Este equilibrio entre bateo y pitcheo es esencial para cualquier equipo que aspire a competir en los playoffs, y los Mets están demostrando que tienen las herramientas para hacerlo.
Con un diferencial de carreras de +1.3, los Mets han establecido una base sólida sobre la cual construir su éxito. Este tipo de rendimiento sugiere que, si logran mantener su nivel de juego, podrían ser un contendiente peligroso en octubre.
A medida que la temporada se acerca a su fin, la mirada de los aficionados y analistas se centra en lo que los Mets pueden lograr en la postemporada. Con una combinación de talento joven, como Luis Ángel Acuña y la experiencia de jugadores como Pete Alonso y Brandon Nimmo, el equipo tiene el potencial para dar sorpresas. La pregunta ahora es si podrán mantener la inercia positiva que han construido y si podrán capitalizar su momento de forma en los juegos que realmente importan.
La historia de los Mets en la MLB ha estado marcada por altibajos, pero esta racha histórica está demostrando que, cuando menos se espera, el equipo puede surgir de las sombras y convertirse en un competidor formidable. Si logran sortear los obstáculos que se avecinan, no solo estarán en la conversación de los playoffs, sino que también podrían convertirse en uno de los equipos a tener en cuenta en octubre. Solo el tiempo dirá si esta historia de resurgimiento se convierte en una epopeya memorable o si se desvanece en un susurro. Sin duda, los aficionados de los Mets tienen razones para soñar nuevamente.