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Todavía, mientras escribo, se puede sentir de cierto modo ese vaho nauseabundo que destila cada derrota de los Yankees de Nueva York y cuentan que allá en el Bronx se han escuchado alguna que otras odas fúnebres, luego que los Mulos volvieran a perder.

Fue ayer y algunos hablarán que apenas estamos en junio, que aun no ha transcurrido ni la primera mitad de temporada y así, se esgrimirán los argumentos más obsoletos para justificar lo sucedido, pero no, no hay nada nada tan agónico en este mundo como el uniforme a rayas y la derrota y si se pierde en Fenway Park, la sensación de caos se exacerba.

Los Yankees perdieron allí, en el lugar donde siempre quieren ganar y fue 15-5 y tal parecía que en ese pedazo de tierra allí en Nueva Inglaterra, estaba jugando el equipo más mediocre de la Liga Americana.

En medio de la debacle, un nombre emergió para recordarnos que esos que estaban allí en Massachussets eran los Yankees…

La figura

Fue Josh Donaldson, ese que en su día allá por 2015 fue MVP y también Guante de Oro y Bate de Plata; Josh Donaldson ese, el de las malas formas y los egos y las actitudes racistas; Donaldson ayer bateó de 4-2 y otra vez volvió a pegar jonrón.

Hablamos de Josh Donaldson y al momento de darle forma a este texto, luego del desempeño de ayer, un cúmulo de sensaciones encontradas, emerge para reflejar una realidad que se plasma con todos sus matices en el universo yankee.

Como un espejismo

Tal como había ocurrido tras su regreso de la Lista de Lesionados, cuando Donaldson tronó el madero en Dodger Stadium, así fue este 16 de junio, sin embargo, a pesar de los buenos contactos, el escepticismo marca la pauta y los hechos están ahí para refrendar este criterio.

Ayer dio jonrón y tuvo un buen juego, no obstante, todos hasta él sabe que eso es un espejismo y ha sido así; un juego bueno, tres malos, un jonrón, tres ponches, un buen swing, después la falta de enfoque, la descoordinación…la nada.

La disyuntiva es tal, que muchos tras bambalinas han comenzado a llamarlo, “el heredero” de Aaron Hicks y eso no es mucho decir…

Números y algo más

Las lesiones lo han lastrado, pero en 16 desafíos, Donaldson recorta para 160/232/520, con 6 jonrones y 8 carreras impulsadas y muchos aseveran incluso que la gerencia debería intentar cambiarlo en el verano.

Ya se marcharon Joey Gallo y el mencionado Aaron Hicks, pero ahora queda Josh Donaldson… ¿el último problema de los Yankees?, ¿la nueva maldición de los Bombarderos del Bronx?