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Impresionó a todos, fue imposible no quedar atónitos con su potencial, pues tanto a la defensa como a la hora de asumir en el cajón de bateo, el dominicano Oscar Luis González validó una y otra vez su condición de prospecto de élite, vistiendo la franela de los Guardianes de Cleveland en 2022.
Fue un debut pletórico, 296 de average, con 11 jonrones y 43 carreras impulsadas y el propio Terry Francona cayó rendido a sus pies y en este minuto, mientras le doy forma a este texto, emerge el recuerdo bien nítido de aquel memorable batazo para decidir el duelo de comodines entre Guardianes y Rays de Tampa.
El quisqueyano brilló y en este 2023, está llamado a asumir roles protagónicos en la franquicia, junto a su compatriota José Ramírez y el venezolano Andrés Giménez.
La otra historia
Su historia de éxito no es casual, es parte de la herencia que por décadas ha legado la pelota dominicana y en este sentido, quizás a la par, como especie de historias paralelas, cobra sentido otra historia, igual de interesante, la de Ángel Martínez, otro sensacional jugador, oriundo de Quisqueya, que de a poco se viene abriendo camino con los Guardianes.
Al escribir su nombre, muchos enseguida lo asociarán con aquel receptor dominicano que entre mediados de los 90 y comienzos de los 2000 jugó para equipos como Azulejos de Toronto, Cachorros de Chicago, Marlins de la Florida, los entonces Indios de Cleveland y los Medias Rojas de Boston, Sandy Martínez, quien se retiró en 2004, tras jugar apenas 8 temporadas y catorce años después, en 2018, su hijo Ángel, era firmado por Cleveland, llevándose un prominente bono de 500 000 dólares.
Debió ser, pero no, no se decantó por la receptoría, desde pequeño y al momento de su firma, Ángel Martínez descollaba por sus dotes como infielder, capaz de jugar las principales posiciones del cuadro.
El comienzo
Al mismo tiempo, MLB Pipeline avalaba la potencia de su swing y una interesante mecánica de bateo, la misma que pudo demostrar solo meses después de haber llegado al elenco de Ohio, cuando en la Liga Dominicana de Verano, allá por 2019, legó una hoja de corte de 306/402/428, con 1 jonrón y 27 carreras impulsadas en 56 juegos.
Todos estaban de plácemes, Martínez cumplía a cabalidad las expectativas cifradas en él y dos años después, en 2021, durante su incursión en la filial clase A de Cleveland, extendía el guion que ya habíamos visto, dejando un promedio de bateo de 241 con 7 vuelacercas y 46 carreras impulsadas en 97 juegos.
Tuvo un gran año 2022
Esto fue un somero reflejo de lo que veríamos al año siguiente, cuando hace solo meses, jugando clase A avanzada y doble A, en un total de 101 desafíos, estampó un average de 278, con 13 cuadrangulares y 44 remolcadas.
Reseña MLB que se había preparado bien, ganando incluso en masa muscular y los números evidenciaron de la mejor manera esta idea que comentamos.
En este sentido y en uno de sus movimientos recientes, la franquicia decidió incluir en el róster de 40 al criollo, refrendando la percepción de Ángel Martínez como jugador de futuro dentro de los Guardianes.
Ya para 2023, no hablamos de aquel muchacho de 16 años de 2018, ha sumado experiencia, ha mejorado su condición física y su categoría como el prospecto número 8 de la organización nos dice que de mantener su proyección su llegada a Triple A sería cuestión de meses y para 2024, nadie quita que pueda estar pisando los diamantes en la Gran Carpa, tal vez como el próximo Oscar Luis González.
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