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Llegó con poco más de 20 años y desde el primer instante, parecía que se comería al mundo con esa mirada desafiante y el aspecto medio salvaje con el que a muchos cautivó…

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Llegó con 21 años y tal parecía que llevaban toda una vida esperándolo allí en Grandes Ligas y lo compararon con tantos, con Tony Oliva y Orestes Miñoso y hasta con Martín Dihigo y en el Dodger Stadium casi lo declaran hijo ilustre, pero no, al final, resultó que Yasiel Puig era otro de esos tipos malditos que andan por ahí, subiendo y cayendo hasta sucumbir en el abismo que moldea la sinrazón.

La estela de Yasiel Puig

Aquella era su estela a los 21 y durante siete años en Grandes Ligas, primeros con los Dodgers, luego con los Rojos de Cincinnati y más tarde en Cleveland, el criollo brilló como los grandes y también se deslució como pocos y en este punto, algunos alegan que, tras despedirse a la francesa en 2019, el vano intento de regresar con Atlanta en 2020, fue el epílogo perfecto para un efímero trayecto en el que resaltan un average de 277, con 132 jonrones y un OBP de 348.

Después de aquello, dicen que Puig prometió volver, solo necesitaba reencontrarse, volver a sus orígenes, empezar de cero y así fue, viajó a México y en la Liga de Verano con las Águilas de Veracruz siguió demostrando que su condición estaba intacta y bateó más de 300 y fue Guante de Oro y tras una sarta de rumores que los situaban aquí y allá, el cubano recaló en LIDOM.

Yasiel Puig en la LIDOM: de segundas partes y otras historias

Así fue, pasó hace dos años, justo cuando el oriundo de Cienfuegos en la región central de Cuba, vistió la franela de los Toros del Este.

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Allí en el Estadio Francisco Micheli, se dio por sentado que Puig inscribiría su nombre en lo más alto, sin embargo, en el intentó quedó todo pues a duras penas sobrepasó los 200 de average y tras firmar en Corea del Sur, su impronta en suelo quisqueyano se diluyó sin penas ni glorias.

El cubano se fue a Asia y allá lució bien, siguió mostrando sus facultades como pelotero de cinco herramientas, no obstante, la anhelada llamada para volver a Grandes Ligas, nunca llegó.

Volvió a Dominicana, otra vez con los Toros del Este y el ruido mediático asociado a su figura, hizo creer que sí, que ese era el momento para que Yasiel Puig renaciera, pero otra vez quedó a deber.

¿Podrá Yasiel Puig relanzar su carrera en LIDOM?

Hoy, cuando estampó estas líneas, es un hecho que Yasiel Puig está de regreso en Quisqueya y allá en el Estadio Tetelo Vargas, ha comenzado a acaparar los reflectores al instante.

Ya no tiene 21, regresa con 32 y el mismo deseo de aquella primera vez, brillar y hacerlo bien para seguir soñando con volver a pisar la grama de algún terreno en Las Mayores.

El caribeño llega a las Estrellas Orientales y en su hoja de servicios en LIDOM, se destacan un total de 23 partidos disputados, un escueto average de 203, un vuelacerca y apenas cinco remolcadas.

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas y para Yasiel Puig no lo fueron, pero queda el beneficio de la duda, ese que deja abierta la posibilidad de que Fernando Tatis, con su sapiencia, pueda exprimir lo que aún le queda de béisbol al antillano.

¿A la tercera será la vencida? ¿podrá Yasiel Puig relanzar su carrera en LIDOM?