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El béisbol, como muchos deportes, no solo se trata de estadísticas, jugadas o títulos. A veces, los momentos más significativos suceden fuera de los límites del campo de juego. Este fue el caso del jardinero de los Mets de Nueva York, Brandon Nimmo, quien, tras la victoria decisiva sobre los Filis de Filadelfia en la Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS), no pudo contener las lágrimas. No era solo la emoción de haber alcanzado la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS) por primera vez en su carrera, sino el cúmulo de emociones tras la pérdida reciente de su abuela. Esta escena, conmovedora y humana, ha quedado grabada como uno de los momentos más especiales de esta postemporada.

Un triunfo esperado, pero agridulce

Los Mets, que habían dejado atrás años de frustraciones, lograron una serie histórica en Citi Field, su hogar. Después de 24 años sin ganar una serie en casa y 16 años sin celebrar en su actual estadio, este logro va más allá de lo deportivo; es una redención, un paso hacia adelante tras varias temporadas en las que las expectativas parecían siempre ser mayores que los resultados.

Para Nimmo, este triunfo personal y colectivo marca un punto culminante. Su llanto es un reflejo del sacrificio, de las pérdidas en su vida personal y del peso de años luchando para llegar a este punto. Su abuela, quien falleció días antes, no estaba físicamente, pero su memoria acompañó cada paso de su nieto en el campo. Ver a Nimmo con lágrimas en los ojos, envuelto en el abrazo del equipo y de la afición, fue un recordatorio de que en el deporte, las victorias más significativas no siempre son las que se reflejan en el marcador.

El valor de la perseverancia

El camino hacia la NLCS no fue fácil para los Mets. Tras haber asegurado su pase a los playoffs en un agotador dobleheader de desempate, el equipo de Nueva York se enfrentó a unos Filis que, aunque dominantes en la primera mitad de la temporada, se desmoronaron en la recta final. Los Mets, en cambio, demostraron una tenacidad admirable al eliminar primero a los Cerveceros de Milwaukee en la ronda de comodines, y luego vencer a los campeones de la División Este de la Liga Nacional, los Filis, en cuatro juegos.

La serie se definió en el cuarto partido, con un grand slam de Francisco Lindor en la sexta entrada que selló la victoria para Nueva York. En una temporada en la que los Mets protagonizaron varios momentos icónicos, ese swing de Lindor podría ser recordado como el instante decisivo que los catapultó hacia lo que podría ser un viaje hacia la gloria. Con Edwin Díaz eliminando a Kyle Schwarber con dos corredores en base, los Mets cerraron el capítulo, asegurando su lugar en la NLCS por primera vez desde 2015.

Un renacimiento en Nueva York

El camino hacia esta serie ha sido una montaña rusa para los Mets. Después de años de fracasos y promesas incumplidas, la inversión en figuras clave como Francisco Lindor ha comenzado a dar frutos. La contratación del campocorto estrella por diez años y 341 millones de dólares en la temporada baja de 2020 generó expectativas enormes. Sin embargo, fue su desempeño en esta postemporada lo que ha reivindicado esa inversión como una de las más inteligentes en la historia reciente del equipo.

Lindor no solo ha sido un pilar en el campo, sino que su liderazgo y capacidad de surgir en los momentos cruciales han infundido una nueva esperanza en la organización y sus seguidores. En una liga en la que los contratos millonarios a menudo no se justifican con el rendimiento en el campo, Lindor ha demostrado ser una apuesta segura. Su grand slam contra los Filis no solo aseguró la serie, sino que consolidó su estatus como una de las figuras más influyentes del béisbol actual.

¿Hasta dónde llegarán los Mets?

El siguiente desafío para los Mets será enfrentarse al ganador de la serie entre los Padres de San Diego y los Dodgers de Los Ángeles. Los Dodgers, quienes están en una situación similar a la de los Filis, buscan desesperadamente mantener viva su temporada. Sea cual sea el equipo que los Mets enfrenten, la pregunta que todos se hacen es: ¿cuál es el límite de este equipo?

Con un roster que ha demostrado una resiliencia inquebrantable y un cuerpo técnico liderado por Carlos Mendoza que ha sabido motivar y manejar las emociones del equipo, los Mets parecen estar en una posición privilegiada. La combinación de talento joven, experiencia y una creciente confianza colectiva los convierte en un contendiente formidable. Si bien la competencia será dura, la mezcla de coraje, habilidades y determinación de este equipo podría llevarlos aún más lejos.

En definitiva, las lágrimas de Brandon Nimmo representan no solo un momento de catarsis personal, sino también un símbolo de lo que los Mets han logrado como equipo. No importa qué tan lejos lleguen en esta postemporada, este será recordado como el año en el que los Mets no solo ganaron partidos, sino que también ganaron el respeto y el corazón de todos los aficionados al béisbol.

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