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Willy Adames es el dueño de la posición seis, el campo corto, en los Cerveceros de Milwaukee. Nadie lo dudaba incluso después de una lesión que lo sacó de juego recientemente. El problema es que la gerencia de desarrollo de peloteros tenía un as bajo la manga, Andruw Monasterio. 

Pongamos entonces las cosas en contexto. Monasterio fue llamado a las mayores el 28 de mayo, luego de que Adames fuese colocado en lista de lesionados por siete días, debido a un duro golpe en la cabeza por una bola de foul del bate de su compañero de equipo Brian Anderson mientras Adames estaba en el dugout de Milwaukee.

Como en MLB siempre hay que tener el roster lleno, o sea de 26 pelotero, la gerencia decidió llamar a Monasterio, quien en ese momento estaba en el Nashville, sucursal Triple A de los lupulosos en la Liga Internacional. En 42 juegos acumulaba una línea ofensiva de .271/.410/.400 con seis dobles, cuatro jonrones y 19 remolcadas, amén de 11 bases robadas en 12 intentos.

Este tipo de llamados suelen ser momentáneos, pero Monasterio, sencillamente ha explotado en sus primeros juegos como bigleaguer y ahora pone a pensar a los Cerveceros sobre su futuro.

En apenas 17 turnos consumidos, ya el venezolano acumula una línea ofensiva de .412/.474/.647 con un jonrón y tres remolcadas. ¿Y entonces?

Adames, al momento de entrar a la nómina de enfermos, contaba con un average de .205, un OBP de .292 y un slugging de .384. Sí, es cierto, cuenta con nueve jonrones en la temporada, un buen número, pero en dobles apenas suma seis y en remolcadas 27.

El contrato del Willy Adames es de 8.7 millones de dólares por esta temporada. Su principal característica es el poder, pero Monasterio, uno de sus mejores reclutas en ligas menores, puede aportar, además de poder, contacto y velocidad en las bases.

La opción que surge entonces es mover a Monasterio a la intermedia y bajar a Brice Turang a las nenores. Y así Adames recupera el señorío en la franja ancha. Todo está por verse.

Sea como sea, con la evolución que vuelve a tener el beisbol, luego de los más recientes cambios en las reglas, los peloteros unidimensionales ya no será tan valiosos como aquellos que pueden aportar poder, un poco más de contacto y velocidad.