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En la actualidad, conseguir a un lanzador que pase de la sexta entrada es una rareza, pero uno que llegue al octavo inning con entereza y dominando a uno de las alineaciones más difíciles de la liga es algo impensable. Bueno, hasta que aparece Roenis Elías. El zurdo habló después del juego de este miércoles, donde maniató por completo a los Tigres del Licey.

Por eso hay que escuchar del propio protagonista cómo es esto posible. Cómo hace para matenerse en el morrito de un parque de pelota durante tanto tiempo y no sucumbir en el intento. Recta, cambio y curva. Con esas tres cosas aniquiló.

“Atacar a los bateadores”, fue su respuesta inmediata. “Yo creo que atacar a los bateadores. Ellos saben que yo pitcheo rápido entre pitcheo y pitcheo. Y nada, salió todo bien, gracias a Dios “.

Pero qué hace para poder mantenerse tanto tiempo en un morrito y colgar 24 outs en una pizarra sin ser lastimado. “Creo que estoy en el mejor momento de mi carrera”, explica. “Yo vengo de una operación el año pasado y me he recuperado. Yo no chequeo el lineup del equipo contrario. Yo lo que busco es sacar el out e ir bateador por bateador”.

De los 99 pitcheos que realizó 69 fueron en strike. No dio boletos y pasó a cinco por las armas. “Por eso es que me fui ocho entradas hoy, porque sé que vienen unos cuantos días libres ahora. Y nada. A ver cómo amenezco mañana y a seguir trabajando”.

El cubano fue un poco más allá de lo común, pero consciente de su cansancio. “Le dije a (José) Leger (mánager de las Águilas que iba a salir para el octavo y que si me daban un hit me sacar, pero me doy la confianza y terminé el inning, pero para el noveno ya no salía”.

Elías declaró que no se irá, que quiere quedarse hasta el final y ayudar a las Águilas Cibaeñas a ganar el gallardete 23. Sea como sea, el cubano, mientras más pasa el tiempo, más se consolida como el mejor brazo que ha pasado por Lidom este año, incluyendo ronda regular y estos primeros días de postemporada.

Claro, todo eso puede cambiar, pero por ahora él disfruta de su buen trabajo e ilusiona a los que siguen con fruición a las Águilas Cibaeñas.