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Hace una semana, en el evento de “Producciones Apolo”, otrora rector de los premios a los mejores de la temporada en el país, se eligió a José Offerman como “Mánager del Año”. Su manejo de los peloteros, el desempeño de los Tigres del Licey en el terreno de juego y haber finalizado en el primer lugar con el mejor récord de la Liga 34-16, lo hicieron merecedor de tal reconocimiento.

Para los premios oficiales de Lidom este galardón aún no se ha anunciado, aunque se tienen ya los resultados. Sin embargo, todo parece indicar que el estratega de los azules se llevará el premio. Solo una hecatombre podría arrebatarle la distinción.

“Fue un buen año”, dice al rompe el timonel de los felinos. “Primeramente hay que darle gracias a Dios y segundo a ese grupo de jugadores que tenemos allí, ya que ellos son los merecedores de ese premio y para que algo así sucediera”.

“Es un premio individual que no lo ando buscando”, estima. “Ahora, te puedo decir que si puedo cambiarlo, prefiero ganar el campeonato que Mánager del Año, no lo pensaría dos veces”.

Offerman estima que el trabajo dio sus frutos, porque se planificó. “Desde el principio comenzamos jugando bien”, comenta. “Creo que el mensaje que le transmitimos a los jugadores era salir al terreno y dar lo mejor de cada uno y eso es lo que ha sucedido. Por eso digo que todo el crédito es para los jugadores”.

La tertulia con el timonel estaba buena, muy buena. Los merengues navideños amenizaban como música de fondo. Palabras iban y venían. Poco a poco, el mánager se fue desdoblando. Llegó el momento de hacerle la pregunta.

¿Qué se siente ser mánager del año?

“Es un premio individual que no lo ando buscando”, estima. “Ahora, te puedo decir que si puedo cambiarlo, prefiero ganar el campeonato que Mánager del Año, no lo pensaría dos veces”.

Contó que se sintió impresionado por Elly De La Cruz y Ronny Mauricio. “Hemos tenido dos muchachos que hicieron tremendo trabajo, como es el caso de Muricio y De La Cruz”, destacó. “El trabajo de Mauricio viene desde año pasado y ha coronado este año con la menciónd e Jugador Más Valioso”.

Otro jugador que mencionó fue Ramón Hernández. “De no ser un jugador regular se ganó su titularidad, para darnos muchos beneficios en este torneo”.

Ya todo estaba dicho y estaba el juego próximo a empezar. Había que ir a la cueva a terminar de arreglar todo para el juego del día y para seguir en la búsqueda de eso que tanto ansía, el campeonato 23 de los Tigres del Licey.