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En 1981, Sony había utilizado que iba a presentar un prototipo del reproductor de Compact Disc que había desarrollado en conjunto con la holandesa Philips. El walkman terminaría transformando la forma de escuchar música por las siguientes tres décadas. Diez años después, el mismo soporte sería la punta de lanza para ingresar en el mercado de los videojuegos de la mano de otra empresa japonesa: Nintendo.
La alianza con la desarrolladora de videojuegos no iba a generar una nueva consola, sino un periférico para la Súper Nintendo que permitiría a los usuarios poder disponer de una línea de videojuegos exclusiva en CD’s y que ofrecerían un rendimiento mucho mejor que los típicos cartuchos que se utilizaban en ese momento.
El formato comenzó a desarrollarse en 1988. Mientras Nintendo desarrollaba la Super Famicom, Sony comenzaría a establecer las bases para el nuevo sistema de juegos digitales, el cual sería conocido como Super Disc. El nombre formal del proyecto era Super Famicom CD-ROM Adapter, el nombre con el que se comercializaría el periférico. Sony comenzó a desarrollar en paralelo una versión licenciada que contaba con la posibilidad de usar cartuchos y discos, la cual sería conocida como Play Station.
El anuncio de Sony fue recibido con gran expectativa por la prensa especializada, la cual auguraba una nueva generación de videojuegos de la mano de estos dos titanes de la industria. La ilusión generada para ver el camino que tomaba esta alianza fue tapa de todas las revistas tecnológicas del momento.
Sin embargo, la emoción duró apenas 24 horas. Al día siguiente, Nintendo anunció en el Consumer Electronic Show (la principal convención tecnológica de ese entonces) que daba marcha atrás el acuerdo con Sony y desarrollaría el accesorio junto a Philips, al que también le permitiría usar los personajes de su catálogo para desarrollar videojuegos exclusivos para el nuevo dispositivo.
Si bien Sony ya había creado alrededor de 300 prototipos del nuevo periférico, el orgullo pudo más y desistieron de trabajar en conjunto con Nintendo en 1992 para continuar el proyecto de forma individual. Esta sería la decisión clave que los catapultaría al éxito.
El chip desarrollado por Sony evolucionó al punto de ser el primero en poder generar gráficos 3D en los videojuegos, una tecnología que aún estaba en desarrollo en otros rubros. Esa fue la principal característica de la PlayStation X, como fue bautizada la nueva consola de Sony, para diferenciarla del fallido periférico de Nintendo.
Después de meses de expectativas y anticipación, la Sony PlayStation fue lanzada en Japón el 3 de diciembre de 1994. Tan sólo en el primer día, se vendieron 100.000 unidades, cifra que ascendió a 2 millones en los siguientes 6 meses. Nueve meses después, cuando comenzó a venderse en los Estados Unidos, la consola era la más vendida del mundo.
Para el final de su ciclo de vida, Sony vendió 102.49 millones de unidades y convirtió a la PlayStation la más exitosa de la generación de consolas de 32-bits, superando a productos contemporáneos de empresas ya establecidas como la Nintendo 64 o la Sega Saturn.
La PlayStation puso a Sony como uno de los principales desarrolladores de consolas de videojuegos y las siguientes versiones de la PS, como la PS2, se convirtieron en las consolas más vendidas y versátiles del mercado. Al día de hoy, con la salida a la venta de la quinta versión de la PlayStation, la consola sigue liderando las ventas mundiales y siendo el punto de referencia para el rubro.
Nintendo sigue siendo una de las empresas más reconocidas a nivel mundial. Su legado en la primera época del boom de los videojuegos es intachable. Pero lejos quedó de los líderes actuales, sobre todo luego de crear involuntariamente al principal competidor de las décadas siguientes.