Your browser doesn’t support HTML5 audio

Latinoamérica entera celebró el día que el ahora llamado Tuki, afilaba su machete para adentrarse a la selva norteamericana. En ese entonces era muy querido por toda la afición, pero tras su papel en el mundial de League of legends una religiosidad inundó su figura.

Siempre se alaba la mejoría y más cuando se va a una liga competitiva y desafiante, el Tuki con su carisma y alegría formaba parte de un equipo con regocijo. Tras 2 años en la LCS sin un logro tangible, el mercado de traspasos le hizo una mala jugada y el Tuki se vio obligado a tomar El mal menor y volver a casa.

Para muchos es un paso atrás volver a la LLA dado el talento e inteligencia que posee, para otros llega como el salvador que comandará el equipo que dará respeto a una escena hambrienta de logros internacionales.

Los faraones de Estral serán su nueva casa, un equipo que ha sido el eterno sub-campeón y que promete al menos sentarlo en una silla final y vuelva al lugar donde su capacidad le pertenece.

Hoy solo queda esperar y celebrar el hijo prodigio(no confundir con “pródigo”) ha vuelto, nace otra esperanza de latam en el competitivo. ¿Sera Joseodo una de las piezas que nos llevará a la tierra prometida?