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Este viernes, la Selección española de fútbol tiene una cita crucial en el Parken Stadion de Copenhague a las 15:45 (hora en RD). Un empate contra Dinamarca bastará para que La Roja selle matemáticamente su clasificación a los cuartos de final de la UEFA Nations League como líder del Grupo A4. Liderada por Luis de la Fuente, España buscará garantizarse el primer puesto, lo que le asegurará un cruce ante un segundo clasificado y la ventaja de jugar la vuelta en territorio español, previsiblemente en Mestalla.

Con 10 puntos en la tabla, tres más que Dinamarca, el equipo español llega con confianza, pero también con la presión de aprovechar esta oportunidad y encarar el próximo compromiso contra Serbia, en Tenerife, con mayor tranquilidad. Sin embargo, las bajas de jugadores clave como Lamine Yamal, Rodri y Carvajal han obligado a De la Fuente a innovar en su alineación.

Un once con novedades para afrontar la presión

Luis de la Fuente no ha ocultado su obsesión por lograr el punto necesario para asegurar la clasificación. Las ausencias han condicionado su estrategia, pero el entrenador ha decidido apostar por un once renovado y ambicioso. Entre las novedades, destaca la convocatoria de Cubarsí, quien sustituye a Pau Torres tras su lesión. Esta decisión subraya la confianza del técnico en la profundidad de su plantilla, una cualidad indispensable en un torneo tan competitivo.

El partido, que se jugará en un Parken Stadion repleto con cerca de 38,000 espectadores, tendrá como árbitro principal al esloveno Rade Obrenovič, de amplia experiencia en competiciones europeas de alto nivel, como la Champions League y la Europa League.

Dinamarca: experiencia y velocidad al acecho

En el otro lado del campo, Dinamarca llega con un esquema táctico sólido y jugadores de renombre. El técnico Brian Riemer optará por una formación defensiva con cinco hombres en la zaga, liderada por Kasper Schmeichel, el experimentado guardameta de 38 años que milita en el Celtic. La línea defensiva, compuesta por Bah, Kristensen, Vestergaard, Nelsson y Dorgu, promete complicar las incursiones ofensivas de España. Especial atención merece Victor Kristensen, un pilar en el Eintracht, y Dorgu, un lateral con instinto ofensivo gracias a su formación como extremo.

En el mediocampo, Dinamarca contará con la calidad de Pierre-Emile Højbjerg, capitán del equipo y figura del Marsella, acompañado por Christian Eriksen, cerebro del Manchester United. En las bandas, Isaksen y Grønbaek aportarán velocidad y control, respectivamente, mientras que en punta estará Rasmus Højlund, la joya del Manchester United, quien con sus 1,91 metros de altura y su valor de mercado de 65 millones de euros será el mayor desafío para los centrales españoles.

Las claves del partido: ritmo, defensa y control

El enfrentamiento promete ser una batalla táctica en la que ambos equipos buscarán imponer su estilo. Dinamarca intentará mantener ritmos altos y dominar la escena, una estrategia que podría descolocar a una España obligada a adaptarse a las ausencias de sus jugadores clave. En contrapartida, La Roja buscará mantener el control del balón y aprovechar las debilidades en la defensa danesa, especialmente en los espacios que puedan dejar laterales ofensivos como Dorgu.

Además, la lucha en el mediocampo será decisiva. El duelo entre Eriksen y la medular española marcará el pulso del partido, mientras que la capacidad de los centrales españoles, Laporte y Vivian, para frenar a Højlund será crucial para mantener el marcador bajo control.

Mirando al futuro: una victoria que allana el camino

Sellar el pase como líder no solo es un logro simbólico; también otorga ventajas deportivas clave. De la Fuente lo sabe, y por eso no escatima en esfuerzos para que el equipo sume al menos un punto esta noche. Con la posibilidad de jugar la vuelta de cuartos en casa, España aumentaría sus probabilidades de avanzar en una competición donde la regularidad y el detalle táctico son determinantes.

Mientras tanto, Dinamarca, con la motivación de su público y una alineación equilibrada entre experiencia y juventud, buscará complicar los planes españoles y mantener vivas sus propias esperanzas de clasificación.

La mesa está servida para un duelo intenso en Copenhague, donde no solo estará en juego el pase a los cuartos de final, sino también el prestigio de dos selecciones que aspiran a brillar en el panorama europeo.