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El Fútbol Club Barcelona se encuentra en pie de guerra tras la resolución del juez único de Competición, que fijó el 27 de marzo como la fecha en la que deberá disputarse el encuentro aplazado ante Osasuna. Dicho partido, correspondiente a la jornada 27 de LaLiga, fue suspendido el pasado 8 de marzo debido al fallecimiento del doctor Carles Miñarro, pero la nueva programación no ha sido del agrado de los clubes implicados.
El Barça ya ha anunciado que impugnará la decisión, alegando que la fecha designada por LaLiga y ratificada por el juez perjudica gravemente sus intereses, al privarlo de varios jugadores clave que estarán con sus selecciones nacionales.
Un calendario sin margen y una fecha impuesta
Desde la suspensión del encuentro, tanto Barcelona como Osasuna dejaron clara su postura: querían disputar el duelo entre la jornada 37 y 38 del campeonato, evitando así interferencias con el parón internacional. Sin embargo, la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) propuso como única alternativa el jueves 27 de marzo, argumentando la falta de fechas viables dentro de un calendario ya de por sí saturado.
El comunicado emitido por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) explica la justificación de la medida:
“Dada la complejidad e inexistencia de una fecha cierta e idónea para fijar el partido suspendido sin afectar a otras competiciones no organizadas por LaLiga, debe proponerse como fecha única para dar encaje al partido suspendido el jueves 27 de marzo de 2025”.
A pesar de esta argumentación, el Barcelona se mantiene firme en su negativa, alegando que la ausencia de varios de sus jugadores más importantes le supondría una desventaja competitiva inaceptable.
No se arrugan ante nada
No se arrugan ante nadie pic.twitter.com/YB6V8DD116— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) March 17, 2025
El problema de las bajas internacionales
Uno de los puntos clave en la reclamación del Barça es la ausencia de varios futbolistas fundamentales, quienes estarán concentrados con sus selecciones en la fecha FIFA de marzo. Entre ellos, destacan nombres como Ronald Araújo y Raphinha, piezas esenciales en el esquema de Hansi Flick.
El club catalán hizo oficial su malestar en un comunicado, explicando que la nueva programación del partido le obliga a afrontar el choque en condiciones desfavorables. El propio juez de Competición reconoció que tanto Barcelona como Osasuna solicitaron un listado de jugadores convocados para evaluar el impacto de la fecha elegida.
“Los clubes interesados han manifestado su preferencia por disputar el partido entre la penúltima y última jornada de liga, ya que esta opción minimiza los conflictos con las convocatorias de jugadores a selecciones nacionales”, señala la resolución.
A pesar de ello, la petición fue desestimada, lo que ha llevado al Barça a presentar un recurso oficial en busca de una reconsideración.
El juez se apoya en el reglamento para defender la decisión
Para justificar la elección del 27 de marzo, el juez único de Competición hizo referencia al reglamento, destacando que en casos de suspensión, el partido debe reprogramarse en la primera fecha disponible para ambos equipos. En este sentido, argumentó que aplazarlo hasta el final del campeonato sería inviable, ya que podría generar problemas con la integridad de la competición.
Sin embargo, desde el Barcelona creen que esta postura no tiene en cuenta las circunstancias excepcionales del caso y que se les está obligando a jugar en un escenario que los perjudica claramente.
Un conflicto sin resolución inmediata
Con el recurso ya presentado, el club azulgrana espera que la Federación y LaLiga reconsideren la decisión y busquen una solución que no lo obligue a competir en inferioridad de condiciones. Mientras tanto, Osasuna también se mantiene atento, ya que la decisión final podría afectar su planificación de la temporada.
El desenlace de este conflicto marcará un precedente en la gestión de partidos aplazados en el fútbol español y, en caso de que el recurso azulgrana no prospere, el duelo en cuestión podría jugarse en medio de un clima de tensión y descontento.