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Erling Haaland, acostumbrado a ser el terror de las defensas, parece haber perdido su brújula goleadora. En los últimos partidos, el delantero noruego ha mostrado una desconexión alarmante que pone en evidencia las limitaciones de un Manchester City en plena crisis. Ni ante el Manchester United ni contra el Aston Villa, Haaland consiguió siquiera disparar a puerta, dejando dudas sobre su rol en el esquema de Guardiola.

Un gigante sin impacto: Haaland, lejos de su mejor versión

Aunque sus números generales (18 goles entre Premier League y Champions League) siguen siendo impresionantes, las sensaciones que está dejando el noruego en los últimos encuentros están muy lejos de sus estándares habituales. Su falta de incidencia ha coincidido con el momento más bajo del Manchester City en años, un equipo que ha perdido en los últimos 12 partidos tantas veces como en sus anteriores 108.

La ausencia de disparos a puerta en los partidos clave, como el derbi contra el United o el duelo frente al Aston Villa, es un síntoma evidente del problema. Haaland reconoció su mal momento al finalizar el encuentro en Villa Park: “No he estado a mi nivel. No he aprovechado las oportunidades y necesito mejorar”, declaró con autocrítica.

Un sistema que no lo encuentra

La desconexión entre Haaland y el mediocampo del City ha quedado en evidencia. Sin recibir balones en posiciones favorables, el noruego se ve limitado a un rol intrascendente que no explota su capacidad letal como depredador del área. El equipo no le proporciona espacios para correr ni opciones de juego de espaldas, exponiendo sus limitaciones técnicas en lugar de sus virtudes.

Ante el Aston Villa, esta situación fue especialmente visible. Pau Torres y Konsa tuvieron un partido cómodo, neutralizando sin problemas a un Haaland que apenas generó peligro. Un disparo desviado fue su único intento ofensivo, un dato desolador para un atacante de su calibre. Su actitud en el campo fue criticada, y su falta de impacto preocupa en un equipo que depende de su capacidad goleadora.

La crisis del City, reflejo del bajón de Haaland

La falta de eficacia de Haaland es un reflejo de la crisis que atraviesa el Manchester City. El equipo dirigido por Pep Guardiola ha perdido el brillo y la cohesión que lo caracterizaba, lo que se traduce en una desconexión alarmante entre las líneas. Sin un mediocampo que genere opciones claras y con un delantero incapaz de crear peligro por sí mismo, el City se ha convertido en un equipo predecible.

La situación actual obliga a Guardiola a buscar soluciones urgentes para reactivar a su máxima estrella. Haaland, considerado una “arma nuclear” del fútbol europeo, no puede seguir siendo un elemento decorativo en el sistema de los sky blues. La combinación entre táctica y confianza será clave para devolver al noruego a su mejor versión.

Un futuro incierto: ¿podrá Haaland recuperar su impacto?

El bajón de Haaland plantea dudas sobre su capacidad para adaptarse a situaciones adversas dentro de un sistema que, hasta ahora, no lo está potenciando. Sin embargo, su historial goleador y su mentalidad competitiva invitan a pensar que este mal momento es temporal.

El Manchester City necesita más que nunca a su líder ofensivo, y el desafío para Guardiola será encontrar la fórmula que reactive a un Haaland que, en plenitud, puede volver a ser el delantero más temido de Europa. Por ahora, el gigante vikingo sigue en busca de su rugido perdido.