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La altura de La Paz, con sus 3,600 metros sobre el nivel del mar, es uno de los retos más complicados en el fútbol sudamericano. Este escenario, considerado casi infranqueable, fue testigo de una gesta inolvidable para Paraguay hace 51 años, cuando el equipo guaraní logró su única victoria histórica sobre Bolivia en el estadio Hernando Siles, en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas de 1973.
Era el inicio del grupo 2 de aquellas eliminatorias, un certamen que siempre ha puesto a prueba tanto el talento como la resistencia física de los equipos visitantes. El encuentro se disputó en un contexto complicado, donde los jugadores paraguayos enfrentaban no solo a su rival directo, sino también a las difíciles condiciones que impone la altitud.
Un partido de remontada y carácter
El 29 de agosto de 1973, Bolivia, con el aliento de su hinchada y la ventaja geográfica, se adelantó en el marcador al minuto 30 gracias a un gol de Jesús Morales, encendiendo la euforia en el estadio paceño. Sin embargo, la historia no se escribió a favor del conjunto local.
Paraguay, dirigido por el técnico Manuel Fleitas Solich, no bajó los brazos y, con una estrategia bien planteada, logró la igualdad antes de finalizar el primer tiempo. Fue Adalberto Escobar quien, al minuto 42, silenció momentáneamente al público local con un gol crucial que devolvió la esperanza al cuadro guaraní.
El golpe final llegaría en la segunda mitad. A los 77 minutos, Jorge Insfrán se vistió de héroe al anotar el tanto de la remontada, un gol que no solo selló la victoria paraguaya, sino que también marcó un hito histórico en el fútbol sudamericano.
El peso de la hazaña
Esta victoria adquirió un valor especial porque rompió con el mito de la invencibilidad boliviana en su propio territorio. Jugar en la altura de La Paz siempre ha sido un desafío extremo para los equipos visitantes, que enfrentan una combinación de agotamiento físico y dificultades para adaptarse al entorno.
Para Paraguay, este triunfo representó no solo dos puntos vitales en aquella eliminatoria, sino también un logro que quedaría grabado en la memoria colectiva de su fútbol. Con esta victoria, el equipo mostró que, con determinación y estrategia, era posible superar incluso las adversidades más grandes.
Un recuerdo que persiste
Han pasado cinco décadas desde aquel enfrentamiento, y Paraguay no ha vuelto a ganar en el Hernando Siles por eliminatorias, lo que hace que esta gesta de 1973 cobre aún más relevancia con el paso del tiempo.
Este tipo de partidos recuerdan la capacidad del deporte para desafiar los límites y grabar momentos imborrables en la historia. Para los aficionados paraguayos, aquella tarde en La Paz no es solo una estadística, sino un recordatorio del espíritu combativo que caracteriza al fútbol guaraní.
Paraguay y Bolivia volverán a enfrentarse en futuras eliminatorias, y la pregunta siempre estará latente: ¿será posible repetir aquella hazaña de 1973? Mientras tanto, ese día histórico seguirá siendo un capítulo destacado en los libros del fútbol sudamericano.
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