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En el transcurso del presente siglo, Venezuela ha marcado un hito en su historia futbolística al consolidarse como una fuerza emergente en la Copa América, un torneo donde durante décadas fue más espectador que protagonista. Con un pasado de 40 años marcado por la escasez de triunfos, el equipo ha logrado transformar su desempeño notablemente en las últimas décadas, alcanzando hitos significativos que reflejan su creciente competitividad regional.

Desde su debut en la edición de 1967 en Uruguay, donde Venezuela fue el último país en integrarse al torneo continental, hasta el inicio del siglo XXI, la Vinotinto solo había cosechado un único triunfo en 45 partidos posibles. Sin embargo, a partir de la edición de 2007, celebrada en suelo venezolano, el equipo nacional comenzó a escribir un nuevo capítulo en su historia futbolística.

En aquella Copa América de 2007, con jugadores emblemáticos como Juan Arango y Giancarlo Maldonado, Venezuela alcanzó por primera vez los cuartos de final, consolidando su presencia en la competición y sembrando las bases para un futuro prometedor. A partir de entonces, la Vinotinto ha mantenido una presencia constante en las etapas finales del torneo, destacándose especialmente en las ediciones de Argentina 2011 y Estados Unidos 2016, donde alcanzó las semifinales y los cuartos de final respectivamente.

El ascenso de Venezuela en la Copa América no solo ha sido evidente en términos de resultados, sino también en el impacto que ha tenido en el desarrollo del fútbol nacional. Jugadores como Salomón Rondón, Roberto Rosales y Luis Manuel Seijas han sido clave en este proceso de transformación, contribuyendo con su talento y liderazgo a la evolución táctica y técnica del equipo bajo diversas conducciones técnicas.

Sin embargo, no ha sido un camino exento de desafíos. En algunas ediciones recientes, como la de Chile 2015 y Brasil 2021, Venezuela no logró avanzar más allá de la fase de grupos, recordando que el camino hacia la consolidación en el fútbol internacional es sinuoso y requiere de constancia y adaptabilidad.

En la presente edición, Venezuela acaba de clasificar como primera en su grupo y además con puntaje ideal, luego de conseguir tres victorias ante Jamaica, Ecuador y México.

El crecimiento de Venezuela en la Copa América no solo es motivo de orgullo para sus seguidores, sino también un testimonio del potencial que puede alcanzar una selección nacional cuando se enfoca en el desarrollo sostenido y la mejora continua. Con cada participación, la Vinotinto reafirma su lugar en el panorama futbolístico sudamericano y deja claro que los días de ser un mero participante están definitivamente atrás.