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Hace un año todo pudo acabar, de la mejor manera, pero pudo acabar, de hecho, lo pensó, lo dijo incluso, creía que era el momento y fue triste, Ángel Di María anotaba el gol que le daba un anhelado título a la Argentina, allí en Brasil ante su némesis y con el gol, pudo llegar el retiro, pero no, faltaba algo.
Y es así, en la historia de Leo Messi, que es la historia de la selección argentina en los últimos 16 años, en la historia de Messi está también la de Di María, el fiel escudero, el hombre que pudo haber cambiado el guion en el Mundial de 2014 y todavía muchos se preguntan que habría ocurrido si no hubiera llegado aquella lesión ante Bélgica.
Lo que pudo ser
Todos coincidieron, Di María estaba tocado por la gracia divina en ese torneo, había liquidado a Suiza con un golazo para asegurar el pase a cuartos y en la mirada de Alejandro Sabella se reflejaba el alivio, la calma por tener a Leo y también a Angelito, el pibe medio enjuto y larguirucho, “ El Fideo”, el del Benfica, el Madrid, el Manchester United, el de la Juve, el de los Juegos Olímpicos en 2008 y el que en Rusia, cuatro años después de aquella final ante Alemania, marcó contra Francia el gol de la redención.
Por esto ese gol ante Brasil en el Maracaná valió tanto, supo a gloria, atrás quedaban el cúmulo de fracasos, el Mundial de 2010 ante Alemania, luego otra vez los teutones en suelo amazónico y después los galos; también merodeaba el fantasma de Chile en Copas América; Di María exorcizó esos fantasmas, sus demonios y los de millones de argentinos y fanáticos de la albiceleste en el orbe.
Reencuentros
Se pudo retirar, pero en su fuero interno, como Isidro Parodi buscando a Beatriz Viterbo, o Roberto Arlt tratando de hallar a una de sus musas o el propio Martín Fierro en una de sus aventuras; así, Di María entendió que debía seguir, seguía faltando el Mundial, su Mundial.
Y en Qatar, se puede estar escribiendo la página dorada en el libro que narra la historia de película de Leo Messi, pero de igual modo, quizás a la par, adquiere una forma más nítida la leyenda de Ángel Di María.
La gran oportunidad
Hace unos días, ante Holanda, lo vimos en su mejor versión, plantándole cara a Denzel Dumfries, justo cuando este buscaba intimidar a Enzo Fernández y ese es él, como un arquetipo de héroe silencioso, de esos que tras bambalinas va moviendo los hilos de una trama de dimensiones colosales.
Ante Croacia estarán Leo Messi, Rodrigo De Paul, Julián Álvarez y también Ángel Di María, quien doce años después de aquel debut en Sudáfrica, luego de perderse el desenlace en Brasil 2014, puede marcar la diferencia y de igual modo, tener su Mundial.
Sería el mejor final, ni soñado, muchos piensan que sí, que Di María se quedó, siguió hasta Qatar persiguiendo su sueño y allí está, sin reclamar protagonismo, esperando la llamada para saltar al césped y hacer el trabajo, como siempre lo ha hecho.