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Un hito en la historia del fútbol colombiano se grabó en el año 2001, cuando la selección nacional, anfitriona del torneo, conquistó por primera y única vez la Copa América. Un logro que consolidó a una generación dorada de jugadores y desató la euforia de todo un país.

Un equipo imbatible: El camino al título no fue fácil. Colombia se enfrentó a rivales de gran calibre, pero demostró un fútbol sólido y efectivo bajo la dirección técnica de Francisco Maturana. La selección se caracterizó por su defensa impenetrable, que no recibió un solo gol en todo el torneo, y un ataque demoledor, liderado por figuras como Faustino Asprilla, Iván Córdoba, Giovanni Hernández y el goleador del torneo, Tino Asprilla.

Un momento para recordar: La final, disputada en el Estadio El Campín de Bogotá, enfrentó a Colombia contra México. Un partido vibrante que se definió en los penales, donde el portero Óscar Córdoba se convirtió en el héroe de la noche. El pitazo final desató la locura en las calles de todo el país, celebrando un triunfo que marcó un antes y un después en el fútbol colombiano.

Un legado imborrable: La Copa América 2001 no solo significó un título para Colombia, sino que consagró a una generación de jugadores excepcionales que dejaron un legado imborrable en la historia del fútbol nacional. Un equipo que demostró garra, talento y corazón, inspirando a las futuras generaciones de futbolistas colombianos.

A pesar de no haber vuelto a levantar el trofeo de la Copa América, el título de 2001 sigue siendo un recuerdo imborrable para los colombianos, un símbolo de unidad nacional y un hito que marcó a una generación.