Your browser doesn’t support HTML5 audio

San Lorenzo recibió una noticia que complica sus planes para el inicio de la temporada: Facundo Altamirano sufrió una fractura en el cúbito de su brazo izquierdo y estará fuera de las canchas al menos hasta principios de mayo. La lesión del arquero genera un problema inesperado para el equipo dirigido por Rubén Darío Insúa, que deberá encontrar una solución en un puesto clave.

Una fractura que cambia los planes

El arquero de 29 años, quien se había consolidado como una pieza fundamental en el once azulgrana, sufrió la lesión durante la pretemporada, obligando al cuerpo técnico a replantear su estrategia bajo los tres palos. Si bien aún no se confirmó si deberá pasar por el quirófano, el tiempo estimado de recuperación lo marginará de varias fechas importantes.

Un pilar en el esquema de Insúa

Altamirano llegó a San Lorenzo con la misión de reforzar el arco y se convirtió rápidamente en un hombre de confianza para el entrenador. Su capacidad de reacción, seguridad en los balones aéreos y liderazgo en la defensa lo habían posicionado como titular indiscutido. Su ausencia obligará al Ciclón a probar variantes en un sector clave del equipo.

¿Quién ocupará su lugar en el arco?

Ante la baja de Altamirano, San Lorenzo deberá decidir quién tomará la responsabilidad en el arco durante su ausencia. La primera opción es Augusto Batalla, quien ya ha demostrado solidez en el puesto y tiene la experiencia necesaria para asumir el desafío. También podría ganar minutos Gastón Gómez, quien espera su oportunidad desde el banco.

El calendario juega en contra

El Ciclón afrontará semanas decisivas en su camino tanto en la Liga Profesional como en la Copa Sudamericana, y perder a su arquero titular en este contexto supone una complicación extra. Insúa y su cuerpo técnico deberán trabajar rápidamente en los ajustes necesarios para evitar que la ausencia de Altamirano afecte el rendimiento del equipo.

Un regreso esperado para mayo

Si la recuperación avanza según lo previsto, Altamirano podría estar disponible a principios de mayo. Sin embargo, la evolución de la lesión marcará los tiempos definitivos. Mientras tanto, San Lorenzo deberá adaptarse y confiar en las opciones que tiene en su plantel para mantener la solidez defensiva que lo caracteriza.