La UEFA Champions League está llegando a su fase decisiva y, en la penúltima jornada de la fase de grupos, el Milan se enfrenta al Girona en San Siro, en un duelo de vital importancia para los ‘rossoneri’. El equipo italiano, con la presión de asegurar su clasificación a los octavos de final, se verá las caras con un Girona que, pese a estar virtualmente eliminado, busca despedirse de su histórica primera participación europea con una actuación destacada.
Sin embargo, el Milan llega a este partido con varias bajas significativas que podrían mermar su rendimiento en el terreno de juego. Entre los nombres más destacados que no estarán disponibles se encuentra el de Christian Pulisic, quien se une a una lista de jugadores ausentes debido a lesiones. El extremo estadounidense, quien ha sido una de las figuras clave en el equipo, no participó en el último entrenamiento, lo que hace casi imposible su presencia en el duelo frente al Girona.
La baja de Pulisic, junto a las ausencias de Samu Chukwueze y Ruben Loftus-Cheek, deja a Sergio Conceiçao con un limitado fondo de armario en la parte ofensiva. Esta situación complica aún más la tarea del técnico luso, que, a pesar de haber logrado el título de la Supercopa de Italia recientemente, enfrenta una temporada de altibajos y falta de efectivos en varias posiciones clave.
A la ya mencionada falta de Pulisic se suma la ausencia de Malick Thiaw, que afecta la defensa del Milan. Además, Fikayo Tomori, otro de los pilares en la zaga, se encuentra sancionado por acumulación de tarjetas amarillas, lo que obliga a Conceiçao a reconfigurar la línea defensiva. El central Pavlovic será quien acompañe a Gabbia en el centro de la defensa, una alineación que deberá afrontar los ataques del Girona con la mirada puesta en los puntos que asegurarían el pase directo a los octavos de final.
El Milan, aún fortalecido por la llegada de Conceiçao y la reciente conquista de la Supercopa de Italia en Arabia Saudí, se enfrenta a este crucial encuentro con la necesidad de mantener la compostura y superar la adversidad de las ausencias, mientras que el Girona, con la cabeza puesta en su futuro europeo, buscará dejar una buena impresión en San Siro, sin la presión de la clasificación.
Este enfrentamiento, más allá de los puntos en juego, será también una prueba de resiliencia para el Milan, que deberá ajustar su estrategia y sacarle el máximo provecho a los jugadores disponibles, mientras aguarda el regreso de sus estrellas lesionadas.