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El Real Madrid está nuevamente en el centro de la polémica tras su reciente victoria ante el Atlético de Madrid en los octavos de final de la UEFA Champions League. El triunfo del equipo blanco, que lo clasificó a los cuartos de final, ha dejado no solo un sabor amargo para el conjunto rojiblanco, sino también una serie de acusaciones que han puesto a cuatro de sus jugadores bajo la lupa de la UEFA.

La casa madre del fútbol europeo ha abierto una investigación por conducta inapropiada contra Vinícius Junior, Kylian Mbappé, Dani Ceballos y Antonio Rudiger, luego de que Atlético de Madrid presentara una queja formal, acusando a los jugadores del Real Madrid de celebrar de forma excesiva y provocativa en el Estadio Metropolitano tras el polémico penal que les permitió avanzar en la competición.

La controversia comenzó a tomar fuerza luego de la doble ejecución del penalti por parte de Julián Álvarez, que fue anulado por un error técnico del delantero argentino. Según la UEFA, Álvarez tocó el balón con el pie de apoyo antes de patearlo, lo que invalidó la jugada y abrió las puertas para la clasificación de los merengues. Sin embargo, fue el comportamiento de los futbolistas del Real Madrid lo que terminó por acaparar la atención, especialmente sus celebraciones que, según el Atlético, fueron desmesuradas y provocativas.

La UEFA, atendiendo a la solicitud del club colchonero, ha designado a un inspector del área de Ética y Disciplina para investigar las denuncias. En el comunicado oficial emitido por la organización, se señala que se revisará si las celebraciones de los jugadores del Real Madrid violaron las normas de comportamiento que rigen el comportamiento dentro de los estadios de la UEFA.

Por su parte, los jugadores acusados se han mantenido en silencio ante los medios, sin emitir comentarios sobre la investigación en curso. El Real Madrid, por su parte, ha defendido a sus futbolistas, argumentando que las celebraciones fueron dentro de los límites del respeto y la deportividad, y han rechazado cualquier intento de provocar al rival.

La investigación de la UEFA podría tener repercusiones serias para los futbolistas implicados, ya que la conducta inapropiada en los partidos de alto nivel puede llevar a sanciones disciplinarias que van desde multas hasta la suspensión de partidos.

Este nuevo capítulo en la rivalidad madrileña añade una nueva capa de tensión entre los dos clubes más importantes de la capital española, y promete continuar siendo un tema candente en los próximos días.