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Roberto Martínez Montoliu, un nombre que puede no ser familiar para todos, pero que sin duda ha dejado una huella significativa en el ámbito del fútbol europeo. Nacido el 13 de julio de 1973 en Balaguer, España, Martínez ha forjado una destacada carrera como jugador y, sobre todo, como entrenador, aunque gran parte de su éxito ha florecido fuera de su tierra natal.
Portugal have not lost a single game since the arrival of Roberto Martínez.
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— EuroFoot (@eurofootcom) March 21, 2024
Martínez inició su trayectoria futbolística como mediocampista en el Real Zaragoza, pero fue en Inglaterra donde realmente se destacó, ganándose el apodo de “Bob”. Su etapa más notable como jugador la vivió en el Wigan Athletic, donde fue parte del legendario grupo conocido como “The Three Amigos”. Después de colgar los botines, Martínez se adentró en la gestión técnica, comenzando en el Swansea City en 2007, logrando notables éxitos como el ascenso a la Championship y la victoria en la Football League Trophy.
Su siguiente gran paso fue regresar al Wigan Athletic como entrenador en 2009, donde alcanzó la cúspide de su carrera al ganar la FA Cup en 2013, un hito histórico para el club al derrotar al poderoso Manchester City en la final, aunque lamentablemente descendió esa misma temporada. Su capacidad para manejar equipos con presupuestos modestos atrajo la atención del Everton en la Premier League, donde inicialmente tuvo un impresionante quinto lugar en su primera temporada, pero luego enfrentó desafíos para mantener esa posición en campañas posteriores.
En 2016, Martínez asumió el desafío de dirigir a la selección belga, un equipo repleto de estrellas como De Bruyne, Courtois, Lukaku y Hazard. Bajo su dirección, Bélgica alcanzó un histórico tercer lugar en la Copa del Mundo de la FIFA 2018 y ocupó el primer puesto en el ranking de la FIFA en múltiples ocasiones. Este éxito internacional consolidó su reputación como uno de los entrenadores más influyentes del fútbol contemporáneo.
Desde enero de 2023, Martínez ha asumido la dirección técnica de la selección nacional de Portugal, sucediendo a Fernando Santos. Con Portugal, Martínez enfrenta el desafío de replicar su éxito con Bélgica, utilizando su estilo de juego caracterizado por un fútbol ofensivo y de posesión, siempre enfocado en el juego colectivo y el control del balón.
En resumen, Roberto Martínez se destaca no solo por su habilidad táctica y su capacidad para optimizar el rendimiento de sus equipos, sino también por su notable contribución al fútbol internacional, llevando a selecciones nacionales a alcanzar nuevas alturas y dejando una marca indeleble en cada uno de los clubes que ha dirigido.