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Desde los memes que se burlaban de sus fallos hasta levantar el premio FIFA “The Best” como el mejor jugador del mundo en 2024, Vinicius Junior ha recorrido un camino lleno de desafíos, aprendizaje y superación. El brasileño, hoy símbolo del Real Madrid y del fútbol mundial, ha demostrado que el talento, combinado con trabajo y resiliencia, puede convertir las dudas en aplausos.

Un ascenso cargado de expectativas

Nacido en Sao Gonçalo, en el estado de Rio de Janeiro, Vinicius llamó la atención del planeta fútbol desde sus primeros pasos en el Flamengo. Su desborde, velocidad y habilidad técnica eran señales claras de que se trataba de un diamante por pulir. Fue el Real Madrid quien apostó fuerte por él, adquiriéndolo en 2017 por 46 millones de euros, una cifra que elevó las expectativas al máximo.

El brasileño llegó a la capital española en 2018, justo en un momento de incertidumbre para el club tras la salida de Cristiano Ronaldo. En sus primeras temporadas, la presión de llenar ese vacío y justificar su fichaje parecía un peso imposible de cargar. Vinicius mostraba destellos de su talento, pero la falta de precisión en el arco rival lo convirtió en el blanco de críticas y burlas.

La confianza de sus entrenadores, clave para su evolución

El argentino Santiago Solari, quien lo dirigió en el filial del Real Madrid y luego en el primer equipo, fue uno de los primeros en destacar su potencial: “Tenemos que cuidarlo, tiene solo 18 años y mucho talento, pero necesita tiempo”, decía en 2019.

Sin embargo, fue Zinedine Zidane quien apostó por Vinicius en los momentos clave, como en el memorable partido contra el Liverpool en los cuartos de final de la Champions 2021, donde el brasileño anotó dos goles que cambiarían su narrativa: dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad.

Ancelotti, el arquitecto de un nuevo Vinicius

La llegada de Carlo Ancelotti al banquillo en 2021 marcó un antes y un después en su carrera. El técnico italiano no solo le dio confianza, sino que ajustó el sistema táctico para que Vinicius brillara. Bajo su dirección, Vinicius desarrolló una mejor toma de decisiones y potenció su capacidad de definir en los partidos grandes.

El fruto de esa relación fue evidente: en la primera temporada con Ancelotti, anotó 22 goles, incluyendo el tanto decisivo en la final de la Champions contra el Liverpool. Desde entonces, sus cifras no han bajado de 20 goles por temporada, consolidándose como uno de los jugadores más determinantes en Europa.

Reconocimientos y liderato en el Real Madrid

En la temporada 2023-2024, su impacto fue aún mayor. Con un doblete en Múnich ante el Bayern en semifinales y el gol que selló la victoria en la final de la Champions, Vinicius lideró al Real Madrid a otro doblete histórico de Liga y Champions. Su habilidad para aparecer en los momentos cruciales le valió ser nombrado el Mejor Jugador de la competición y ahora, el reconocimiento como el mejor futbolista del mundo.

El premio FIFA “The Best” no solo corona su mejor año como profesional, sino que también simboliza su metamorfosis de un joven criticado por su ineficacia a un líder indiscutible del gigante blanco.

Un legado en construcción

A sus 24 años, Vinicius Junior no solo representa el presente del Real Madrid, sino también el futuro. Ha pasado de ser una promesa con dudas a un referente del fútbol mundial, demostrando que el trabajo constante y la confianza en sí mismo son herramientas poderosas para superar cualquier obstáculo.

Con la final de la Intercontinental ante el Pachuca en el horizonte, el brasileño tiene otra oportunidad de celebrar su premio con un título más y, por supuesto, un baile más. Porque, al fin y al cabo, su fútbol siempre estará acompañado de alegría, ritmo y una mentalidad ganadora que inspira a millones.

Vinicius ya no es solo una estrella emergente; es un símbolo de superación, una figura clave del Real Madrid y un ícono global. El futuro es suyo, y el fútbol mundial será testigo de lo que está por venir.