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El desalojo se ha realizado como parte de los preparativos para los Juegos Olímpicos de París 2024, con la intención de mejorar la imagen de la ciudad ante los visitantes internacionales. Sin embargo, esta medida ha generado críticas y controversias, especialmente entre organizaciones de derechos humanos y grupos de apoyo a personas sin hogar.

“La policía te pone una pulsera para identificarte y te obliga a subirte a unos micros con distintos destinos. Te dan un billete al azar. Si es un billete a Orleans, vas a Orleans”, le indicó uno de los trasladados a The New York Times.

“El albergue está situado en las afueras de la ciudad, en un hotel gris de tres plantas. Al llegar, no encontramos ni personal ni asistentes sociales. Las habitaciones eran pequeñas, con dos camas individuales una al lado de la otra”, aseguró otra fuente.

Las autoridades afirman que el traslado busca ofrecer mejores condiciones de vida y acceso a servicios a las personas en situación de calle. Sin embargo, muchos de los afectados han expresado su descontento, argumentando que han sido alejados de sus entornos conocidos sin una solución clara a largo plazo.

Organizaciones como Médicos del Mundo y la Federación Europea de Organizaciones Nacionales que Trabajan con las Personas sin Hogar (FEANTSA) han denunciado el procedimiento, calificándolo de inhumano y carente de una verdadera estrategia de integración social. Además, se han reportado casos de personas que, tras ser trasladadas, no han recibido la atención necesaria, incrementando su vulnerabilidad.