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Siempre que se congregan atletas en una villa pasan estas cosas; las hormonas juegan su factor y habiendo tantos hombres y mujeres suelden darse historias de amor y sobre todo sexo casual. Integrantes de una misma delegación, o porque no, de distintas nacionalidades se encuentran en la villa y comparten habitaciones por una noche.
Aproximadamente el 75% de los deportistas que residen durante la competición en la villa olímpica acaban teniendo algún tipo de encuentro sexual, los organizadores de los Juegos Panamericanos atentos al asunto, lejos de desentenderse de la situación, informaron que promoverán el sexo seguro entre los atletas y el público que asista al evento. Solo en la Villa Santiago 2023 y en los hoteles oficiales se repartirán 90 mil condones, sumándose otros 10 mil que se entregarán a los espectadores a través de distintas activaciones del proveedor oficial, Lifestyles, especialmente en el Parque Estadio Nacional.
Para los distintos gustos de los deportistas, la empresa proveedora dotará de profilácticos tipo ultra sensible, junto a las variantes vibra-ribbed y studded, los que serán entregados en tira, evitando la utilización de empaques de cartón. Hay para todos los gustos, para que cada uno pueda manifestar su sexualidad como les de la gana sin ninguna consecuencia.
Repartir profilácticos, una sana costumbre
En Río de Janeiro 2016 el comité de organización regaló a los deportistas olímpicos un total de 450.000 preservativos, una medida de seguridad e higiene muy aplaudida. La cifra triplicó el número de preservativos distribuidos en los JJ. OO. de Londres y supone una cantidad de 42 condones por deportista para apenas 19 días de competiciones.
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En Tokio 2021, como medida preventiva por el COVID, el COI ha optado por disminuir la cantidad de preservativos que se repartieron a lo largo de esos días. En total, no fueron mas de 150.000 preservativos destinados a 11.000 deportistas. Pueden parecer bastantes y más que suficientes, pero este dato choca si tenemos en cuenta que anteriormente en Rio de Janeiro había dispensadores hasta en los mismos en comedores y salones de la villa olímpica.